De 6 a 10: la transformación del joven con el nombre más corto del mundo; esta es su historia

Han pasado cuatro años desde que la historia de 6 Martínez Medina se hiciera viral en Colombia. Su nombre, el más corto del mundo y el único que se escribe con un número, despertó la curiosidad de miles, pero hoy su vida es mucho más que una rareza onomástica.  

Atrás quedó el muchacho introvertido de Santa Ana, Magdalena, que ayudaba a su padre en la emisora comunitaria. Ahora, a sus 23 años, está a punto de graduarse como comunicador audiovisual, ha incursionado en el modelaje y la publicidad, y sueña con hacerse un nombre en la industria del entretenimiento.

De la timidez a los reflectores

Desde niño, 6 fue un joven reservado pero con una gran creatividad. Creció en un hogar humilde en Santa Ana, donde su padre, Rafael Medina, manejaba una emisora comunitaria. Ahí aprendió a operar cámaras, editar videos y a moverse en el mundo de la comunicación, aunque siempre desde detrás de escena.

El giro en su vida comenzó cuando su historia llegó a la Universidad Autónoma del Caribe. El entonces rector, conmovido por su talento y deseos de superación, le otorgó una beca completa para que estudiara comunicación audiovisual. 6 no lo pensó dos veces y aceptó el reto. "Era la oportunidad de mi vida y no podía dejarla pasar", recuerda.

Durante sus años de universidad, su transformación fue evidente. Pasó de ser un joven tímido a desenvolverse con naturalidad frente a las cámaras. Sus habilidades llamaron la atención, y pronto llegaron las ofertas. 

Una de las más llamativas fue para participar en un comercial de Netflix, algo que nunca imaginó. "Al principio me sentí nervioso, pero luego me di cuenta de que me gustaba estar frente a la cámara", cuenta entre risas.

Nuevas metas y sueños por cumplir

Pero 6 no solo ha trabajado su presencia mediática, también ha fortalecido su imagen personal. Hoy, el joven de complexión delgada que caminaba las calles polvorientas de Santa Ana ha dado paso a un hombre con una figura atlética y disciplinada.

"El gimnasio se ha vuelto parte de mi vida. Quiero proyectar una imagen fuerte, disciplinada y auténtica", asegura.

Su transformación ha sido motivo de asombro para quienes lo conocieron en su infancia. "Él siempre fue callado, no le gustaba llamar la atención. Ahora es otra persona, se le nota la confianza", dice su hermana Meridiana.

El crecimiento de 6 no se detiene. Actualmente, trabaja junto a algunos compañeros en la creación de su propia agencia de producción audiovisual, pero su mayor anhelo es ser modelo, influencer y hasta actor.

"Me apasiona la producción, pero lo que más quiero es que me reconozcan por mi imagen y mi talento", confiesa.

El apoyo incondicional de su familia

Su familia, ahora radicada en Santa Marta, lo apoya en cada uno de sus pasos. Su padre, Rafael Medina, recuerda con orgullo el día en que decidió nombrarlo con un número. "Nunca pensé que eso lo llevaría tan lejos. Solo quería un nombre único para él", dice con una sonrisa.

Su madre, Emilse Martínez, es su mayor admiradora. "Siempre le dije que tenía algo especial, que solo debía descubrirlo. Verlo ahora tan seguro de sí mismo es un orgullo para mí", comenta

Más allá del nombre, una historia de éxito

A pesar de la atención mediática que recibió en su momento, 6 nunca se dejó llevar por la fama instantánea. "Mis amigos me decían que aprovechara para hacerme viral, pero yo preferí seguir mi camino con calma", explica.

Su enfoque estuvo siempre en prepararse y aprovechar las oportunidades que llegaron con su peculiar identidad.

Ahora, mientras se alista para recibir su título universitario, siente que su historia apenas comienza. "Quiero seguir creciendo, trabajar en grandes campañas, hacer televisión, cine… ¿Quién sabe? Quizás algún día mi nombre aparezca en los créditos de una película importante", dice con entusiasmo.

De aquel joven tímido que llamó la atención por su nombre único, hoy queda un hombre seguro de sí mismo y con hambre de éxito. 6 Martínez Medina ya no solo quiere ser recordado por su nombre, sino por sus logros. Y está decidido a que el mundo lo vea, no solo como un 6, sino como un 10.

Por Roger Urieles

Para EL TIEMPO Santa Marta

En X: @rogeruv