Una de las consecuencias de la suspensión de la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI) es que los inversionistas podrían ver a Colombia como un país más riesgoso y, por ende, al Gobierno le podría salir más caro financiarse en el exterior.
Esto se da en medio de una situación fiscal complicada en la cartera de Hacienda que lidera Germán Ávila con el Presupuesto General de la Nación del 2025 desfinanciado por 12 billones de pesos, los recursos que se obtendrían este año son menores a los esperados y el país presenta unos altos niveles de déficit y deuda.
Germán Ávila Plazas,nuevo ministro de Hacienda. Foto:Ministerio de Hacienda
A febrero, la deuda como porcentaje del producto interno bruto (PIB) se ubicó en 60,7 por ciento y el saldo bruto aumentó un 0,4 por ciento frente al mes anterior y un 16 por ciento frente hace un año. Del total de 1.035 billones de pesos, 702 son deuda interna y 334 externa.
La deuda interna se refiere a las obligaciones financieras tanto de agentes privados como públicos que se contrae con entidades y personas a través de bonos, títulos de tesorería (TES) y otros instrumentos. Entre tanto, la externa es la que se da con diferentes acreedores internacionales como gobiernos, bancos e instituciones a través de préstamos, bonos y créditos.
En el último año, destaca que el endeudamiento público superó por primera vez al privado, pues mientras que la deuda del gobierno general fue de 65,7 por ciento del PIB en el 2024, la de los hogares, empresas e instituciones financieras llegó a 58,2 por ciento, algo nunca antes visto. “El Gobierno pudo acaparar gran parte de los recursos para enfrentar la sorpresa bajista en ingresos y así mantener su alto nivel de gasto”, asegura un informe del equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá liderado por Camilo Pérez.
Adicional a ello, lo que se ha visto en los últimos años es que también ha ido aumentando el pago de los intereses por la deuda colombiana hasta tal punto que el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (Carf) ya estima que uno de cada tres pesos de recaudo tributario se están destinando para este fin.
Bolsa de Valores de Colombia. Foto:Mauricio Moreno
“Los costos de financiamiento del gobierno se mantienen altos y crecientes. Las tasas promedio de los títulos de deuda pública denominada en pesos se incrementaron 80 puntos básicos entre febrero y marzo”, se puede leer en un reciente informe del organismo independiente.
Según los cálculos del equipo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, si bien el cupón promedio del total de la deuda —lo que denominaremos tasa— al cierre del 2020 era de 5,58 por ciento, en febrero de este año se ubicaba en 7,29 por ciento, lo que implica que el aumento ha sido de 171 puntos básicos en este periodo.
En concreto, estiman que mientras la tasa de la deuda interna se ha elevado 173 puntos básicos, de 6,69 por ciento a 8,42 por ciento en estos años; la externa ha crecido 121 puntos, de 3,69 por ciento a 4,90 por ciento.
¿Por qué se está pagando más?
Desde la pandemia y, sobre todo, tras la pérdida del grado de inversión de Fitch Ratings y Standard & Poor's que vivió Colombia a mediados del 2021 en medio del paro nacional que se llevó por delante al ministro de Hacienda de la época Alberto Carrasquilla, la calificación de riesgo del país se ha visto golpeada.
Esto según lo evidencian los denominados credit default swaps o CDS, que son unos instrumentos en donde el comprador adquiere protección contra el incumplimiento de pago por el emisor de deuda.
La prima para cubrir los bonos colombianos se ha vuelto cada vez más costosa. De hecho, Colombia ya se financia más caro que Brasil o que incluso Turquía, lo que quiere decir que los inversionistas extranjeros tienen cada vez más miedo de que el país incumpla en sus pagos.
“Hoy Colombia paga una tasa de interés más alta que países como Turquía, Sudáfrica, República Dominicana y Uzbequistán”, aseguró Germán Cristancho, gerente de Investigaciones Económicas y Estrategia en Davivienda Corredores.
Igualmente, recordó que hace unas semanas el Gobierno consiguió 3.800 millones de dólares en los mercados internacionales, pero a una tasa “muy” alta. Las referencias colocadas tienen vencimiento en 2030 y 2035 y tasas de rendimiento de 7,50 y 8,75 por ciento, respectivamente.
“El incierto contexto internacional de tasas de interés ha encarecido el costo de financiamiento a nivel global, pero las importantes vulnerabilidades fiscales que ha venido mostrando la Nación en el corto plazo también han contribuido en presionar de manera adicional las tasas de interés de los títulos de deuda pública del país tanto a nivel local como externo”, manifestó.
Reunión anual del Fondo Monetario Internacional(FMI). Foto:EFE
¿Qué pasará ahora?
La línea de crédito flexible por 8.100 millones de dólares que suspendió el organismo internacional hasta que el Gobierno presente avances en materia fiscal es una especie de colchón que tiene el país para afrontar posibles choques internacionales como fue el caso de la pandemia del covid-19. Por ello, los analistas consideran que esta situación puede ser mal vista de cara a los inversionistas, lo que podría afectar el riesgo país y los costos de financiamiento.
“Esta suspensión no ayuda a la percepción internacional de Colombia ya que estos recursos se veían como un colchón adicional a las reservas internacionales, una situación que las calificadoras de riesgo seguramente también verán como factor adicional para bajar la calificación”, dice el equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá.
César Pabón, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, cuenta que el deterioro de la situación fiscal ha reducido las defensas de la economía ante un choque externo. Dice que actualmente Colombia es más vulnerable que en episodios adversos anteriores, como la crisis financiera global de 2008, la caída en los precios del petróleo en 2014-2016, o la pandemia en 2020.
“El incumplimiento de la Regla Fiscal en el 2024 llevó la deuda neta del Gobierno Nacional Central a 60 por ciento del PIB y en 2025 es muy probable que se repita la historia, con un déficit fiscal que superaría nuevamente el 6 por ciento del PIB, por encima del 5,1 por ciento que se tiene como meta. La credibilidad en un plan de ajuste fiscal por parte del gobierno ha disminuido en momentos de alta incertidumbre global. El FMI suspendió la Línea por esta razón y las tres principales agencias tienen una perspectiva negativa sobre la calificación soberana del país”, manifestó.
Las tasas que paga Colombia son cada vez más altas. Foto:iStock
Por su parte, Andrés Langebaek, director de Estudios Económicos en Grupo Bolívar, considera que el no tener esta línea significa que los recursos deberían ser conseguidos de otras fuentes, probablemente más costosas y con procesos más largos en términos de acceder a los mercados.
“Esta situación genera una mayor vulnerabilidad del país frente a cambios en las circunstancias externas. En abril del 2024 en promedio la prima de riesgo fue de 303,39 puntos y en abril del 2025 de 396,78. Tenemos un crecimiento de casi un punto porcentual en la prima de riesgo en el último año”, aseguró.
Las primeras afectaciones ya se vieron este lunes. Según el equipo de Investigaciones de Bancolombia, los bonos colombianos denominados en dólares experimentaron una caída generalizada, con vencimientos a 2035 que se redujeron en un centavo, alcanzando aproximadamente los 100 centavos por dólar.
En medio de esta noticia que sacudió al mercado interno, según Banco de Bogotá, la curva de TES tasa fija registró un aumento en sus tasas de 14 puntos básicos en promedio.