Después de una intensa temporada de verano con temperaturas que marcaron números récord y comenzaron a disminuir en las últimas semanas, los ciudadanos de Estados Unidos deberán ajustar sus relojes para cumplir con el cambio de horario de verano al horario de invierno en los próximos días.
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Aunque no hay un consenso total que obliga a todo el país a modificar sus horarios, en la mayoría de los estados los ciudadanos deberán atrasar en dos horas sus relojes el próximo domingo 3 de noviembre a las 2 A.M., y generalmente tienen que proceder de forma manual. En resumen, a la 1:59 A.M. del siguiente domingo, los relojes no marcarán las 2 A.M. en el minuto siguiente, sino que volverán a la 1 A.M.
De este modo, los estadounidenses "ganarán" una hora de sueño, y el sol se pondrá una hora antes por la noche y saldrá una hora antes por la mañana. Esta situación contrasta con el cambio de horario de verano a primavera, con el que "pierden" una hora de sueño.
En el caso de la ciudad de Nueva York, el sol se pondrá a las 5:50 P.M. el 2 de noviembre, pero al día siguiente lo hará a las 4:50 P.M., una vez que finalice el horario de verano el 3 de noviembre.
A pesar de que el proceso es realizado por la mayoría de los estados, existen ciertas excepciones. En el estado de Hawái y en la mayor parte de Arizona, los ciudadanos no realizan el ajuste y mantienen siempre el mismo horario, protegidos por las regulaciones estatales.
¿Por qué se realiza el ajuste de horario en Estados Unidos?
De acuerdo a la información compartida por el Departamento de Aplicaciones Astronómicas de Estados Unidos, dependiente del Observatorio Naval de Estados Unidos, la Ley de Horario Estándar estableció las zonas horarias en el año 1918. No estuvo exenta de polémica, por lo que al año siguiente se derogó, pero volvió a regir durante la Segunda Guerra Mundial y se convirtió en una decisión estatal y local.
En el año 1966, la Ley de Horario Uniforme convirtió en ley federal el uso de zonas horarias y el ajuste de los horarios. Así, 41 años más tarde, el gobierno estableció que el horario de verano comienza el segundo domingo de marzo y termina el primer domingo de noviembre, con el objetivo principal de aprovechar la luz solar y ahorrar en energía.