Miles y miles de personas arriesgan su vida intentando cruzar ilegalmente la frontera sur de Estados Unidos con México. Algunos puntos son particularmente peligrosos debido a las complicaciones que presentan, además de que ponen en juego su vida, también afrontan un posible arresto y la imposibilidad de ingresar al país.
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Algunos migrantes han optado por cruzar el Río Bravo, lo cual implica un riesgo mayor, debido a que tienen que atravesar el agua. Desde la ciudad de El Paso, Texas, al este, la división de ambos países es el río Bravo, que ocupa casi la mitad de la frontera. Este lugar es uno de los más peligrosos, porque las personas pueden quedar atrapados entre la corriente y el cerco de navajas puesto por el gobierno texano.
Otro sector muy peligroso es el de Piedras Negras, donde existe un puente internacional que cruza el Río Bravo y conecta las ciudades fronterizas de Eagle Pass, Texas, en los Estados Unidos; y Piedras Negras, Coahuila.
La agencia EFE recogió testimonios de migrantes latinos y descubrió que utilizan bidones vacíos como flotadores en el río, mientras otros cargan a sus hijos en hombros con una cuerda hecha de trapos como única medida de seguridad. A pesar de estos peligros y el de la propia deportación, lo intentan igual.
El Gobierno de Texas aumenta el peligro de los migrantes
El gobernador texano, Greg Abbott, continúa intensificando las medidas de seguridad contra aquellos que desean ingresar a Estados Unidos de manera ilegal. El mandatario decidió expandir el cerco fronterizo hace algunos meses, el cual se extiende a lo largo de 20 millas y divide a México de Estados Unidos.
La nueva valla colocada es más alta y tiene nuevos alambres de púas, alcanzando alrededor de 10 pies de altura. Esta valla se transformó en un peligro, no solo para los migrantes, sino también para los equipos de rescate de los mismos. La misma está colocada entre el Río Bravo y la llegada a Texas.