En el marco de la COP16 de Biodiversidad llegó la Cumbre Nacional de Niñez, Adolescencias y Juventudes. Sus 150 participantes de todo el país han estado discutiendo desde el pasado 16 de octubre hasta este 20 del mismo mes, soluciones frente a la crisis climática y la conservación de la biodiversidad.
Conforme a los criterios de
Estos participantes provienen de Nariño, Chocó, Cauca, Antioquia, Valle del Cauca, Amazonas, Putumayo, Meta, Santander, Norte de Santander, Guajira, y Atlántico.
Según los promotores, este evento ha sido un escenario decisivo donde las nuevas generaciones exigen ser escuchadas y tomadas en cuenta en los procesos de toma de decisiones que afectarán su futuro y el del planeta.
El encuentro es liderado por el movimiento Acción Climática de los Jóvenes LCOY con el apoyo de Unicef y culmina con una declaratoria, a través de la cual, los jóvenes piden un diálogo directo con líderes nacionales y locales, incluyendo al presidente de Colombia, Gustavo Petro, y a la ministra de Ambiente, Susana Muhamad para abordar la protección de los ecosistemas y detener la explotación indiscriminada de los recursos naturales. Se ha venido realizando en la Universidad de San Buenaventura y en el Centro Cultural de Cali.
Exigen, además, un ambiente limpio y seguro, con acceso a agua potable, aire puro y la preservación de la flora y fauna esenciales para la vida.
Valiosa inclusión de los menores
"Es muy importante que escuchen nuestras voces en la COP, porque hay niños y jóvenes en sus comunidades concientizando alcaldes, a padres de familia, tomando acciones transformadoras, cuidando su territorio y creando espacios seguros para los jóvenes, entonces cómo van a planear nuestro futuro sin hacernos parte de él.”, afirmó Wendy Aumedo, lideresa juvenil del norte de Córdoba y participante de la cumbre. Su llamado resonó con las acciones concretas que los jóvenes están realizando en sus territorios para enfrentar la crisis ambiental.
"Se enfatizó en la importancia de que las nuevas generaciones estén involucradas en la búsqueda de soluciones para los problemas ambientales", anotó Valentín Estrada, oficial de Cambio Climático, Energía, Ambiente y Reducción de Riesgo de Desastres de Unicef Colombia.
Estrada explicó que “incluir a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en el marco de la COP de biodiversidad es supremamente importante porque ellos no solo son los que menos han contribuido a las crisis planetarias actuales, sino que además son quienes van a tener que hacer los mayores esfuerzos para solucionar el problema y quienes van a vivir los peores efectos de las crisis".
Otro de los jóvenes participantes fue Dylan Quiñones, originario de Barbacoas, en la costa de Pacífico de Nariño. Reforzó la necesidad de involucrar a las juventudes en los procesos de decisiones para asegurar su participación a largo plazo.
"Debemos de ser escuchados porque nosotros necesitamos irnos involucrando para tener ese espíritu de participación, y que no se pierda lo que hasta ahora hemos construido, sino que seamos garantes de mantener este legado en términos de prácticas organizativas", comentó.
Durante el evento, niños y niñas entregaron a la ministra Muhamad una flor de Inírida, símbolo de la COP16, con sueños y declaraciones escritas sobre el futuro del planeta.
Muhamad escuchó las necesidades de los niños y se comprometió a alzar sus voces en la cumbre de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
“Los invito a que esas propuestas nunca las vayan a olvidar porque cuando crecemos esos pensamientos que tenemos en el corazón muchos adultos los olvidamos. Pero si eso que ustedes pensaron y escribieron está realmente en sus corazones, nunca lo van a olvidar y siempre lucharán y no sólo serán felices, sino que aportarán a la sociedad", dijo la ministra.
Además de alzar su voz en defensa del ambiente, los jóvenes asistentes de esta cumbre propusieron soluciones innovadoras, como una educación que incluya asignaturas sobre protección de la biodiversidad, el uso de tecnologías limpias, y la promoción de prácticas sostenibles.
Exigieron también respeto por los derechos de las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas, quienes protegen los territorios y la biodiversidad, comunidades que también contaron con representación dentro de la cumbre.
Así lo expresó Daniela, una joven indígena de 16 años de la comunidad Cofán del resguardo de Santa Rosa del Guamuéz, Putumayo.
“A pesar de que somos pequeños, tenemos mucho conocimiento de nuestros territorios, para nosotros los pueblos indígenas es muy importante el territorio y a la vez el cambio climático nos muestra que hay un desequilibrio entre el mundo espiritual y terrenal", anotó la adolescente.
La declaración será transmitida a los tomadores de decisiones en la Zona Azul, del Centro de Eventos Valle del Pacífico, durante las jornadas de la COP16 que se realizarán a partir de este 21 de octubre hasta el primero de noviembre próximo. Allí, niños y niñas esperan transmitir su sentido de urgencia y responsabilidad.
Una de las principales conclusiones de este evento es que niños, niñas y jóvenes de Colombia están demostrando que no son solo el futuro, sino el presente de la acción climática.
Su llamado a ser escuchados en espacios como la COP16 frente a la necesidad de incluir sus voces en las decisiones más trascendentales para el planeta. "Las propuestas que emergen de esta cumbre no solo son una demanda, sino una promesa de que las generaciones más jóvenes están listas para liderar un cambio profundo. El tiempo de actuar es ahora, y estas voces se seguirán escuchando", fue el consenso.
CAROLINA BOHÓRQUEZ
Corresponsal de EL TIEMPO
Cali