Cada inicio de año viene cargado de grandes promesas y propósito, como hacer dieta, inscribirse en el gimnasio, reparar lo que se ha dañado en la casa, arreglar el guarda ropa, gastar solo en lo necesario y, por supuesto, ahorrar. Todas iniciativas loables que sin duda, de llegarse a cumplir al pie de la letra traerán grandes satisfacciones.
El gran problema es que la mayoría de las veces esos propósitos se quedan solo en promesas que con el pasar de los días pasan al baúl de los recuerdos, que luego volverán a desempolvarse al inicio del nuevo año, por eso, expertos aseguran que fijarse esas metas de ahorrar, invertir con responsabilidad y evitar gastos innecesarios no es suficiente para lograr una buena salud financiera, se necesita un cambio de comportamiento y de conductas que oriente a las personas "a tomar decisiones eficientes con sus ingresos y objetivos de vida promoviendo mayor satisfacción, felicidad y compromiso".
Según la firma de consultoría Sinnectic, que adelanta un programa de investigación sobre salud financiera en Latinoamérica basándose en los avances en economía del comportamiento y finanzas conductuales, para el caso de Colombia se logró establecer que "hay cuatro rasgos que diferencian una persona con alta salud financiera versus una persona con baja salud financiera.
Para llegar a esa conclusión la firma comparó las conductas diarias de compra, consumo, inversión y ahorro, sus opiniones y reportes ante centrales de riesgo de 1.800 personas, información clave para "medir, describir, explicar, predecir e inclusive intervenir sobre la salud financiera de las personas", explican las directivas de la consultoría.
Agregan que la salud financiera puede verse desde dos ópticas: una objetiva, basada en cifras y estados financieros de cada persona; sus ingresos, egresos, así como el grado de cumplimiento de sus obligaciones; la otra es subjetiva, que apela a la opinión que las personas tienen de sus propias finanzas y como esta afecta las actitudes de la gente a ahorrar, educarse, invertir de forma responsable, sí como a autocontrolar el gasto, entre otros aspectos.
Rasgo 1. Sabiduría popular
El primero de los rasgos que distingue a una persona con buena salud financiera de otra que no la tiene es el uso de conocimiento financiero práctico.
Según los expertos de Sinnectic "una persona que habla desde refranes populares, consejos de abuelos, dichos sobre sus finanzas, tiende a tener un 33 por ciento más de salud financiera en comparación con aquellas que hablan desde conceptos financieros teóricos".
Dicho conocimiento financiero práctico, dicen, se logra en un proceso que científicamente se conoce como 'socialización financiera'. Son espacios en donde abuelos, padres y tíos comparten con los niños su 'sabiduría' financiera. Acciones como ir a la plaza de mercado con los padres y mercar, hablar abiertamente de finanzas en la casa, tener pequeños trabajos desde niños entre otros, contribuyen a este proceso.
Son pocas las familias que acostumbran llevar a sus hijos a hacer mercado, según estudio. Foto:Archivo particular
La indagación que realizó la firma, indica que solo el 23 por ciento de los consultados va con sus hijos a hacer mercado y el 58 por ciento prefiere no hablar de finanzas con sus hijos porque no tiene las palabras para hacerlo. Solo el 11 por ciento de los padres consultados le han puesto algún tipo de negocio a sus hijos o esperan hacerlo a futuro.
Para los consultores de Sinnetic, la investigación adelantada muestra que el uso del conocimiento financiero teórico centrado en tasas de interés, inversiones, acciones, criptomonedas, entre otros, no es natural al lenguaje de las personas y quienes aprenden esta forma de hablar de sus finanzas, por lo general, lo hacen después de estar en problemas financieros y adquieren herramientas teóricas para salir de ellos, lo que denota una menor salud financiera.
Rasgo 2. Diálogo abierto y sincero
El segundo rasgo que identifica una buena salud financiera tiene que ver con el diálogo abierto y sincero sobre la situación personas en esa materia. "Las personas con salud financiera optima aprenden a gestionar la emoción de la vergüenza y pueden reconocer ante su grupo de amigos cuando les es difícil permitirse un gasto particular"
Según los analistas, conductualmente hablando, la salud financiera no implica evitar contacto social o con amigos.
Sin embargo, el estudio dejó ver que el 67 por ciento de los consultados sienten vergüenza al reconocer su 'escasez' de efectivo ante pareja o amigos, y muestra que luego de un monitoreo de transacciones con tarjeta de crédito el 45 por ciento de los gastos hechos en restaurantes se hacen a una cuota, sin embargo la persona pasa este gasto a 3 y 6 cuotas en los 15 días siguientes al gasto.
Es importante conocer las comisiones y tasas que pueden aplicarse al usar tarjetas. Foto:iStock
Rasgo 3. Menor ansiedad
La ansiedad es un factor de riesgo para los compradores compulsivos, advierten desde Sinnetic. Según el análisis elaborado por la firma, las personas que mostraron altos índices de salud financiera tienen en común una agenda de actividades que biológicamente contribuyen a tener menor carga de ansiedad, como hacer ejercicio, comer sano, meditar, tomar agua con frecuencia, comer vegetales y hacer yoga, entre otras.
Explican los analistas que cuando las personas invierten en rituales de salud, alimentación y espiritualidad, tienen más herramientas para gestionar la ansiedad derivada de la situación financiera. En el caso contrario, alta ansiedad financiera hace a la persona sensibles a la promoción, a la publicidad y al gasto excesivo.
Personas que reportan responder a las promociones, tienen altos niveles de ansiedad financiera. Foto:iStock
El estudio encontró que el 68 por ciento de las personas encuestadas demostraron tener rasgos de ansiedad financiera y alta preocupación por la situación económica personal. En el 27 por ciento de los casos reportaron somatizar esa ansiedad en problemas gástricos, insomnio e inclusive pérdida de concentración en el trabajo y memoria.
Rasgo 4. Nuevos enemigos del bolsillo
Por último, el estudio de la firma de consultoría indica que el bolsillo de las familias enfrenta en la actualidad nuevos enemigos. Por eso, los expertos señalan que "las personas con salud financiera óptima, tienden a tener menos horas al día en redes sociales como Instagram, TikTok y YouTube".
Esta relación, dicen desde Sinnectic, puede explicarse desde diferentes ángulos: las personas despiertan menos su apetito hacia marcas y mercancías promocionadas, menos exposición a publicidad, mayor autocontrol al tener menos exposición a ciclos de dopamina prolongados que suelen promover impulsividad.
En síntesis, señalan que para lograr una óptima salud es bueno escuchar la sabiduría familiar y popular para construir una visión de las finanzas; hay que hablar abiertamente sobre las posibilidades financieras con amigos y la pareja; hay que crear espacios para gestionar la ansiedad de la vida y la ansiedad financiera en particular, y reducir el consumo excesivo de información por redes sociales.