Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal para las Relaciones Iglesia-Estado y quien desde 2022 acompañada el proceso de negociación entre el Gobierno y el Eln, les pidió a los grupos armados que protagonizan enfrentamientos en la región del Catatumbo (Norte de Santander) respetar los principios del Derecho Internacional Humanitario y permitir corredores humanitarios para atender a las poblaciones afectadas.
“Pedimos que se abran canales especiales para que la población se pueda movilizar, pero también que se respeten los espacios refugios humanitarios para que la población pueda sentirse protegida en todas circunstancias”, señaló el delegado de la Conferencia Episcopal.
Monseñor Héctor Fabio Henao, delegado de la Conferencia Episcopal. Foto:Cortesía Monseñor Henao
Monseñor Henao demandó, además, respeto por los liderazgos sociales, las misiones médicas y por todo ejercicio humanitario que se haga en la región. “Es necesario que de todo el país se movilice de manera solidaria con las personas que se han desplazado, con los familiares de quienes han perdido la vida y, por otra parte, con quienes se sienten en situación de completa inseguridad y abandono”, señaló.
Según datos de la Defensoría del Pueblo, la reciente ofensiva del Eln en la región del Catatumbo deja más de 60 muertos y miles de desplazados.
“Son los principios humanistas los que tienen que regir en este momento y hay que coordinar de manera eficiente las distintas agencias e intervenciones humanitarias para priorizar corredores que permitan a la población salir, la protección de menores y, por otra parte, garantizar plenamente la vida de todos los ciudadanos”, concluyó en su mensaje del representante de la Iglesia Católica.
La violencia en el Catatumbo ha dejado decenas de muertos. Foto:EFE
La crisis humanitaria
Por primera vez en más de 15 años, un presidente de la República está contemplando la posibilidad de decretar el estado de conmoción interior –el ‘estado de sitio’ modelo Constitución del 91– debido a la grave situación de violencia en esa región de Colombia.
De esa magnitud es la sangrienta escalada de violencia desatada por el Eln en la zona del Catatumbo en medio de su guerra por el control del narcotráfico contra las disidencias de las Farc, la cual generó la segunda suspensión de los diálogos con la guerrilla en menos de cuatro meses.
En el Catatumbo, una región históricamente abandonada por todos los gobiernos y que es hoy el segundo enclave cocalero más grande del país, con más de 30.000 hectáreas de la hoja, los guerrilleros del Eln recorrieron los caseríos buscando a sus víctimas: líderes campesinos, firmantes de paz (se cuentan cinco entre las víctimas de esta semana) y, en general, cualquier persona que consideren contraria a sus planes ilegales o cercana a la disidencia del Estado Mayor, otro grupo con asiento en la mesa de la ‘paz total’.
Iván Cepeda habla sobre la suspensión de la mesa con el Eln. Foto:EL TIEMPO
Incluso, hay reportes de que esa guerrilla movilizó tropas desde Arauca para romper el arraigo que podrían tener los hombres en Norte de Santander con la población del Catatumbo. “Es una operación militar que está haciendo el Eln con el propósito de que los combatientes agredan a la población sin ninguna clase de atadura de carácter familiar, sentimental o de conocimiento de a quiénes están secuestrando y masacrando”, señaló el senador Iván Cepeda, quien dijo que hoy ya no basta con “gestos de paz” para que la negociación siga.
CAMILO A. CASTILLO
Redacción Política
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