La caída de Ricardo Bonilla del Ministerio de Hacienda, tras solicitud de renuncia por parte del presidente Gustavo Petro por su mención en el escándalo de corrupción de la UNGRD, podría darle un nuevo aire a la reforma tributaria.
Ya la iniciativa estaba virtualmente hundida tras el anuncio de los partidos Conservador y Liberal de votar de manera negativa la reforma, no obstante aunque no se ha radicado la ponencia positiva.
Pero ya sin Bonilla en el Ministerio de Hacienda, quien llegue a ese cargo podría tener una mejor relación con el Congreso, pues ya había una especie de bloqueo con el ahora saliente ministro.
Pero más allá de la salida de Bonilla, el proyecto no ha tenido buen ambiente. Fue radicado desde septiembre pero no ha tenido el más mínimo trámite. De hecho, ni se conoce la ponencia positiva y solo hasta ahora se ha radicado la negativa.
Además, los votos en Senado no están luego del anuncio de los partidos liberal y conservador de no acompañar el proyecto. Y es que con una sola comisión de las cuatro económicas que vote en contra del proyecto este se hunde. Tal y como están hoy las cosas, las dos comisiones económicas del Senado votarán de manera negativa.
En la III, que preside el liberal Juan Pablo Gallo, el proyecto tiene 9 votos en contra y solo podría obtener máximo 6 a favor. Un panorama similar es el de la Comisión IV, que dirige Angélica Lozano, de Alianza Verde. En esa célula legislativa las cuentas son similares. Tiene 10 en contra y máximo podría tener 4 a favor.
La seguidilla de victorias que ha tenido el Gobierno de la mano del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, podría detenerse con la reforma tributaria, que hoy tiene todo en contra para correr con la misma suerte del presupuesto del 2025, que lo hundieron en Senado y obligó al Ejecutivo a expedirlo vía decreto.