La Selección Colombia fue una máquina demoledora en el inicio del hexagonal final del Sub-20. Vio a un Paraguay frágil y lo noqueó con cuatro golpes, un 4-0 contundente para pisar duro en el Sudamericano y asumir el primer lugar.
Paraguay impuso su temperamento de entrada, tan aparentemente feroz, que a los 2 minutos dejaron a Batioja en el piso de un patadón, fue como una advertencia a ver si esta Colombia se intimidaba, pero no, este equipo no se acobarda con nada, tiene fútbol y lo muestra, y esa es su arma. Y si Paraguay quería bravear, se llevó una derrota dolorosa.
Colombia empezó a elaborar, con su juego veloz, de buen toque. Al minuto 13 llegó la asociación, los toques, incluso un rebote, y la pelota le cayó limpia a Jordan Barrera, que la esperaba, que estaba en zona roja, atento, y cuando le llegó sacó su zurdazo sin demora, para no correr riesgo, Paraguay quedó aturdido, sin reacción, mientras la pelota ya iba camino a la red, 1-0.
Batioja, repuesto del golpe, empezó a crear problemas para los paraguayos, tuvo un remate preciso, bien dirigido, justo a un palo, pero el portero alcanzó a llegar al balón con mucho esfuerzo.
El recital de Villarreal
Batioja quedó picado y en el siguiente ataque gestó el segundo gol. Batioja vio como Villarreal, el goleador del equipo, le marcó el pase, como que le dijo con la mirada, Batioja, allá voy, al espacio, mírame, tíramela, y Batioja, eficaz cómplice, le tiró un pase filtrado, de esos pases que destruyen cualquier muralla defensiva. Villarreal recibió, se acomodó y como tiene el arco registrado en su cabeza, sacó el remate potente para poner el 2-0, en 32 minutos. Villarreal apenas calentaba.
Colombia se sintió cómoda, controlaba, tenía una avería en su lateral izquierda, era la tarea a corregir. En ataque, pudo incluso marcar el tercero con gran remate de Perea, se fue muy cerca.
Si en el segundo tiempo Paraguay quería reaccionar y apretar el marcador, pues su plan lo desbarató Colombia, que estaba en modo letal. Al minuto 50 vino un tiro de esquina, Mosquera se levantó, cabeceó y le dio la asistencia a Villarreal, al goleador inspirado, quien con que facilidad bajó la pelota con el pecho y remató, 3-0.
Paraguay, destruido, perdió luego a un jugador por expulsión, se quedó sin fuerzas, sometido y aguantando, no por mucho, Villarreal sacó otro misil y puso el cuarto. Al final Paraguay terminó con 9 hombres, humillado por una Colombia letal.
PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
@PabloRomeroET