La derrota del Junior de Barranquilla en el partido contra Águilas Doradas en casa causó gran descontento en los hinchas y dejó un sinsabor en el cuerpo técnico que apenas se estrenaba en esta competencia. Ante esto, el nuevo estratega del equipo, se refirió al desempeño del equipo y pidió calma a los seguidores que protagonizaron algunos disturbios luego del encuentro.
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El pasado domingo, al final del partido que marcaba el inicio de César Farías como director técnico del Junior de Barranquilla, luego de perder un apretado partido, algunos fanáticos entonaron cánticos pidiendo resultados a los jugadores y, muchos otros, reaccionaron de manera violenta requiriendo la intervención de la fuerza pública.
Ante esto, el nuevo técnico hizo un balance pero aprovechó también para hacer un llamado a la calma en un ciclo que apenas comienza con él al mando y en el que prometió resultados para una hinchada que está viviendo un amargo centenario.
Farías llama a la calma y mira el retrovisor
El técnico venezolano, en conversación con Blu Radio, hizo autocrítica del resultado pero se mostró tranquilo de cara a la siguiente fecha contra Nacional. "Las victorias y las derrotas son así, hay que dejarlas atrás y prepararse para lo que viene", aseguró.
En el partido se criticó mucho el arbitraje, especialmente por un posible penal no pitado en los últimos minutos, ante esto, el estratega manifestó que es admirador del árbitro, pero que siente que el partido se entorpeció por su forma de dirigir. "El partido fue muy cortado y eso fue el único reclamo que yo tuve hacia el arbitraje, ni siquiera por las manos. Se jugó muy poco (...) la patada a Cantillo para mí era una expulsión".
Luego del partido se presentaron actos vandálicos por parte de la hinchada del Junior en la que un sector que, furioso por haber perdido en casa, lanzó vallas desde la tribuna. De estas, una terminó impactando en la camioneta de Carlos Bacca. Sin embargo, Farías llamó a la calma de las personas y se refirió al momento del equipo explicándolo como algo "heredado".
"Empieza la hinchada a hacer algunos cánticos, a exigir, que tienen toda la razón del mundo, pero es una situación heredada y que uno la entiende, porque es un equipo grande. Pero de este lado nos toca conducir, tratar de darle la calma necesaria y trabajar", expresó.
REDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS