El emblemático restaurante Café del Mar, ubicado en el baluarte Santo Domingo de Cartagena, enfrenta un desalojo definitivo, el segundo en menos de 20 días, tras perder la tutela presentada contra la Alcaldía del Distrito.
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El cierre del bar al aire libre más emblemático de las murallas de Cartagena deja a 90 personas, empleados directos, sin trabajo y a una veintena de pequeños empresarios y emprendedores sin uno de los compradores más representarivos.
Tras las decisiones judiciales que culminaron con una orden de restitución del espacio público, ocupación que ha sido objeto de debate desde hace años debido a la naturaleza del arrendamiento y las implicaciones para el patrimonio cultural de la ciudad.
El pasado 2 de septiembre, la Alcaldía de Cartagena, respondiendo a una sentencia del Consejo de Estado, inició la restitución del espacio público que ocupaba Café del Mar.
Como respuesta, los representantes del restaurante, Jairo Morad Pérez y Óscar Fernando Arias Charry, interpusieron una acción de tutela el 5 de septiembre contra la Gerencia de Espacio Público (GEPM) y la Policía Nacional, argumentando la vulneración de sus derechos fundamentales durante el procedimiento de desalojo.
Argumentos de los dueños del Café del Mar
En la tutela, Café del Mar argumentó que el operativo de desalojo vulneraba el debido proceso, el derecho a la defensa y el acceso a la administración de justicia.
Según el administrador del restaurante, Morad Pérez, la intervención de la Policía Nacional y la GEPM fue indebida, ya que se habrían infringido derechos derivados del contrato de arrendamiento al continuar con el operativo, incautando el mobiliario necesario para el funcionamiento del establecimiento.
Entre las pretensiones de la tutela, Café del Mar solicitó la restitución de los bienes muebles incautados en el operativo, exigiendo su devolución en un plazo no mayor a 24 horas en caso de que el fallo fuese favorable. Asimismo, la empresa buscaba dejar sin efecto las medidas correctivas impuestas por las autoridades y que se ordenara la no realización de nuevas diligencias de verificación de ocupación del espacio público en el baluarte Santo Domingo.
Respuesta del Distrito
El Juzgado Penal 8 del Circuito de Cartagena, encargado de revisar la tutela, solicitó al Distrito y a la Policía que rindieran un informe sobre los hechos en un plazo de 48 horas. En su respuesta, la Oficina Jurídica de la Alcaldía de Cartagena defendió la legalidad del desalojo, argumentando que se trataba de un cumplimiento de la sentencia del Consejo de Estado emitida el 21 de noviembre de 2022.
Dicha sentencia había ordenado a la Escuela Taller Cartagena de Indias (Etcar) la liquidación del contrato de arrendamiento con Café del Mar, pues consideraba que la ocupación vulneraba los derechos colectivos al disfrute del espacio público y al patrimonio cultural. Además, el Consejo de Estado reafirmó una decisión anterior del Tribunal Administrativo de Bolívar, que en 2019 ya había declarado que el canon de arrendamiento que pagaba Café del Mar era muy inferior al valor real de esa porción del baluarte, un bien de interés cultural.
La demanda para recuperar el baluarte
El conflicto legal tuvo su origen en una demanda presentada en 2014 por David García Gómez, un ciudadano que acusó al Ministerio de Cultura y a la Alcaldía de Cartagena de permitir la ocupación del espacio público por parte de Café del Mar en detrimento del libre tránsito por las murallas. En ese entonces, se cuestionaba el monto que la empresa pagaba por ocupar un espacio tan privilegiado en la ciudad. En 2014, Café del Mar pagaba un canon de arrendamiento de $5 millones mensuales, una cifra que fue objeto de crítica por estar muy por debajo del valor real, que el tribunal estimó en aproximadamente $150 millones mensuales.
En su demanda, García Gómez también cuestionó el impacto de la ocupación del baluarte sobre el patrimonio cultural de Cartagena y el uso privado de un espacio que, por su naturaleza, debería estar destinado al disfrute público.
La improcedencia de la tutela
Tras revisar los argumentos presentados en la tutela, el Juzgado Penal 8 del Circuito de Cartagena la declaró improcedente. El fallo indicó que no se había demostrado que el procedimiento de desalojo fuese ilegal o que se hubieran vulnerado derechos fundamentales durante la ejecución. Además, el juzgado destacó que la terminación del contrato de arrendamiento había sido debidamente notificada a la Sociedad Café del Mar desde el 1 de marzo de 2024, por medio del acto administrativo 032 de la Etcar.
Orden de desalojo definitivo
A pesar del desalojo parcial llevado a cabo en septiembre, una parte del predio seguía ocupada por el restaurante, especialmente la zona donde funcionaban la cocina y la barra. Para desalojar por completo esta área, era necesaria la intervención del Tribunal Administrativo de Bolívar, que finalmente se produjo el pasado 13 de septiembre. En esa fecha, el magistrado Luis Miguel Villalobos comisionó a la Inspección de Policía de la Comuna 1B de Cartagena para ejecutar el desalojo total del predio, conforme a la sentencia de 2019, ratificada en 2022 por el Consejo de Estado.
La Inspección de Policía fue encargada de notificar a Café del Mar sobre la decisión y proceder con la diligencia de desalojo, lo que permitiría al Distrito recuperar completamente el espacio público en el baluarte Santo Domingo.
90 personas que trabajaban en el bar quedaron sin empleo
Con el desalojo definitivo, el baluarte Santo Domingo volverá a estar bajo la administración del Distrito de Cartagena, y el alcalde Dumek Turbay ya ha planteado su visión para el futuro de este icónico lugar.
La propuesta del alcalde es convertir el baluarte en el 'Baluarte de la Gente', un espacio público y gratuito destinado a la oferta cultural y musical para el disfrute de ciudadanos y turistas por igual.
No obstante, el Distrito aún no plantea una salida a las 90 personas que perdieron sus empreos formales y con todas las prestaciones de ley, con el cierre del popular bar.
"Con esta medida, la administración busca consolidar una Cartagena más inclusiva y en sintonía con sus raíces históricas, preservando sus bienes culturales y abriendo espacios para la interacción ciudadana", ha dicho el alcalde de la ciudad Dumek Turbay.
El Distrito promete la transformación del baluarte Santo Domingo y fortalecer la identidad cultural de Cartagena, así como garantizar que los espacios históricos, como las murallas de la ciudad, sigan siendo de acceso público, resguardando el patrimonio cultural de la humanidad del que forma parte.
JOHN MONTAÑO
Corresponsal de EL TIEMPO
Cartagena
En X: @PilotodeCometas