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● El experto Jeffrey S. Lander detalla que mejora los niveles de colesterol y optimiza la circulación sanguínea.
● Estudios demostraron que esta actividad también protege las articulaciones, fortalece los músculos y puede revertir el deterioro cognitivo.
Esto dice el experto. Foto: iStock

19.05.2025 11:04 Actualizado: 19.05.2025 11:26

PERIODISTA19.05.2025 11:04 Actualizado: 19.05.2025 11:26
Incorporar una caminata diaria de 20 minutos podría ser una de las decisiones más beneficiosas para la salud física y mental. Así lo plantea el Dr. Jeffrey S. Lander, cardiólogo certificado y codirector de cardiología deportiva en Pensilvania, quien compartió evidencia clínica y científica que respalda esta práctica sencilla como una estrategia eficaz para mejorar la calidad de vida.
Un hábito diario que transforma el cuerpo
El Dr. Lander explicó que dedicar apenas 20 minutos al día a caminar con paso rápido tiene el potencial de generar cambios significativos en la salud cardíaca. “Para muchos adultos, una caminata rápida de 20 minutos al día puede contribuir significativamente a la salud cardíaca básica y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares”, aseguró en diálogo con Parade.
Los beneficios de caminar. Foto:iStock
La recomendación es válida para la mayoría de personas, siempre que no presenten condiciones médicas que comprometan su movilidad o equilibrio.
Desde su experiencia profesional y formación en la Universidad de Pensilvania, el especialista destaca esta actividad como una opción de bajo riesgo con alto impacto en la prevención de enfermedades.
Resultados visibles desde las primeras semanas
El impacto de este hábito se nota especialmente en quienes llevan una vida sedentaria. “Si alguien lleva un estilo de vida sedentario y comienza a caminar al menos 20 minutos diarios, podría empezar a notar una mejora en sus niveles de energía, reducción del estrés y un estado anímico más positivo”, indicó Lander.
La importancia de caminar y no llevar una vida sedentaria. Foto:iStock
Estos efectos tempranos, relacionados con el bienestar emocional, suelen aparecer antes que los cambios físicos. Para el cardiólogo, esta respuesta inicial actúa como un incentivo clave para continuar con la rutina y avanzar hacia mejoras más profundas en la salud general.
Caminar protege el corazón
Estudios difundidos por la Asociación Americana del Corazón han identificado que caminar con regularidad produce beneficios comparables a los del trote en cuanto a la disminución de factores de riesgo cardíaco. La actividad ayuda a controlar la presión arterial, los niveles de colesterol y la glucosa, aspectos fundamentales en la prevención de enfermedades cardiovasculares.
“Con el establecimiento del hábito, puede ayudar a mantener una presión arterial saludable y mejorar los niveles de colesterol, además de optimizar la circulación sanguínea”, puntualizó el Dr. Lander al referirse a los cambios fisiológicos positivos derivados de esta práctica constante.
Investigaciones de la Universidad de Harvard respaldan esta afirmación. Caminar entre 20 y 30 minutos al día puede reducir hasta en un 30 % el riesgo de padecer patologías cardíacas, lo que refuerza la idea de que la intensidad del ejercicio no siempre determina sus beneficios.
Caminar protege la salud del corazón. Foto:iStock
Efectos en articulaciones, músculos y peso corporal
Además del corazón, las caminatas diarias tienen efectos positivos sobre el sistema musculoesquelético. La Dra. Nicole López, cirujana ortopédica de RWJBarnabas Health y colega del Dr. Lander, explicó que esta actividad ayuda a mantener un peso corporal saludable, lo que a su vez protege las articulaciones.
“Cada kilogramo perdido al circular regularmente elimina aproximadamente 1,8 kilos de presión en las articulaciones de las rodillas”, declaró.
La mejora en la movilidad y la reducción del dolor articular son efectos observables con el tiempo. “Esto no solo beneficia directamente a las articulaciones, sino que fortalece los músculos que las sostienen, particularmente en caderas y rodillas”, explicó López.
También señaló que este movimiento “mantiene la circulación del líquido sinovial, fundamental para la lubricación y funcionamiento óptimo de las articulaciones”.
Un beneficio adicional, especialmente relevante para adultos mayores y mujeres postmenopáusicas, es el fortalecimiento óseo. Caminar, al igual que el entrenamiento con pesas, estimula la densidad ósea, lo que contribuye a la prevención de afecciones como la osteoporosis.
Ayuda a la circulación. Foto:iStock
Caminar también protege el cerebro
Los beneficios de esta práctica no se limitan al cuerpo. La salud cerebral también se ve favorecida con caminatas regulares. Así lo confirma un estudio publicado en PubMed, que evidenció un efecto positivo sobre el hipocampo, una región esencial para la memoria y el aprendizaje.
Protege el cerebro. Foto:iStock.
Los datos indicaron que esta zona cerebral, que tiende a reducir su tamaño a partir de los 55-60 años, puede experimentar un crecimiento aproximado del 2 % tras un año de esta actividad de al menos tres veces por semana. Este incremento representó una reversión significativa del deterioro relacionado con la edad, equivalente a uno o dos años de envejecimiento cerebral.
Además, los participantes obtuvieron mejores puntajes en pruebas de memoria y niveles más altos de proteínas cerebrales relacionadas con la plasticidad neuronal.
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.
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