California: el efecto negativo que tuvo subirles el sueldo a los trabajadores de comida rápida

Un reciente informe trimestral de la Oficina de Estadísticas Laborales de California (BLS, por sus siglas en inglés) reveló una pérdida significativa de empleos en la industria de comida rápida  tras la implementación de la ley AB 1228, que aumentó el salario mínimo de este sector de trabajadores. 

Desde que la ley, que incrementó el salario mínimo a US$20 por hora para los trabajadores de comida rápida, entró en vigor en abril, el estado perdió 6.166 empleos en este sector, según estimó BLS y tal como recuperó California Globe.

El aumento del salario mínimo, de US$16 a US$20 por hora, hizo que muchas cadenas de comida rápida tomen medidas drásticas para mantenerse a flote. 

En junio, un estudio del Instituto Hoover de la Universidad de Stanford confirmó la pérdida de miles de empleos, mientras que una encuesta en julio indicó que el 74 por ciento de los dueños de restaurantes de comida rápida consideraban cerrar sus negocios. A pesar de estas cifras alarmantes, el gobernador Newsom y su administración continuaron negando las consecuencias adversas.

Los cambios en las cadenas comida rápida de California tras el aumento salarial

Pero los efectos negativos del aumento salarial para los trabajadores de tiendas de comida rápida en California no solo afectaron a los empleados, sino que también perjudicó al bolsillo de los consumidores.

Empresas como Chipotle y McDonald's aumentaron sus precios, mientras que otras invirtieron en tecnologías de automatización para reducir la necesidad de empleados. Incluso, algunas tiendas cerraron, como la mayoría de las ubicaciones de Rubio’s Coastal Grill en el estado, de acuerdo a California Global.

Sumado a ello, en opinión de algunos dueños de restaurantes de comida rápida, este incremento llegó en un mal momento debido a que las ventas habían desacelerado en 2024, razón por la cual debieron despedir  personal y recurrir a otras fuentes para poder pagar la nómina.

Otra cadena reconocida como Pizza Hut, por ejemplo, despidió a 1.200 conductores de entrega, transfiriendo estas tareas a servicios como DoorDash y Uber Eats.