Huron, una ciudad agrícola del condado de Fresno, en California, aprobó una resolución para declararse “ciudad santuario”, con el objetivo de limitar la cooperación de las autoridades locales con los operativos de inmigración federales.
La medida, adoptada por su Concejo Municipal, según la información publicada en el medio Sacramento Bee, establece que los recursos y el personal de la ciudad no participarán en acciones de control migratorio, excepto en casos que involucren a personas con condenas por delitos graves.
La decisión busca garantizar que todos los residentes, sin importar su estatus migratorio, accedan a los servicios y programas municipales sin temor a represalias.
Trump busca restringir fondos a ciudades santuario
Esta política se enmarca en un contexto en el que ciudades con gobiernos demócratas han sido objeto de operativos de deportación por parte de la administración de Donald Trump.
Según recopiló Sacramento Bee, Huron se suma a un número reducido de ciudades del Valle Central que han adoptado esta postura. En 2017, Livingston fue la primera en declararse ciudad santuario en el condado de Merced. Otras ciudades, como Fresno y Mendota, han intentado sin éxito implementar medidas similares.
La figura de “ciudad santuario” no tiene una definición única, pero en términos generales, se refiere a políticas locales que limitan la colaboración con agencias federales en la aplicación de leyes migratorias. Sin embargo, estas resoluciones no impiden que las autoridades de inmigración lleven a cabo sus operativos.
El alcalde de Huron, Rey León, afirmó que la medida pretende brindar seguridad a los residentes y evitar que el temor a la deportación impida la denuncia de delitos.
El 20 de enero, Trump firmó una orden ejecutiva para condicionar el acceso a fondos federales de las ciudades santuario y evaluar acciones legales contra aquellas que obstaculicen el cumplimiento de las leyes de inmigración. En su primer mandato, intentos similares fueron bloqueados en tribunales.