Benjamin Netanyahu se está quedando solo e Israel está cada día más aislado / Análisis de Mauricio Vargas

hace 1 día 70

El viernes pasado al atardecer, socorristas recuperaron los cuerpos calcinados de nueve niños de una casa en Khan Younis, en el sur de la Franja de Gaza, muertos tras los bombardeos del Tzahal, las Fuerzas de Defensa israelíes. El padre de los menores, Hamdi al Najar, médico del hospital Nasser, fue sacado en una camilla. Este fin de semana se debatía entre la vida y la muerte al igual que el único de sus diez hijos que sobrevivió al feroz ataque. Según el Tzahal, en esa vivienda se ocultaban terroristas de Hamás, algo que la familia del médico desmintió de forma categórica.

La nueva fase de la ofensiva israelí que, según el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu, busca ocupar Gaza de forma integral y por tiempo indefinido ha dado lugar a decenas de trágicas escenas como la ocurrida en la casa del médico Al Najar. Las fuerzas de Tel Aviv dijeron haber lanzado más de 200 ataques contra objetivos que el Tzahal identifica como afines a Hamás. Según la Defensa Civil de Gaza, 78 civiles murieron el sábado y otros 38 el domingo. El lunes en la mañana, las mismas fuentes sumaron 52 civiles más, por el bombardeo a una escuela y a una casa de familia.

Israel

Israel lanzó un ataque contra la escuela Fahmi Al-Jarjawi, en la ciudad de Gaza. Foto:AFP

Tras la solidaridad que despertó Israel después de los feroces ataques lanzados desde Gaza por el grupo terrorista palestino Hamás, entre el 7 y el 10 de octubre de 2023, cuando mataron a 796 civiles, entre ellos 34 niños y decenas de ancianos, más de año y medio de furiosa respuesta israelí ha desgastado enormemente el prestigio y la credibilidad de Netanyahu y de su gobierno.

Mientras un número creciente de gobiernos europeos condena a Israel por una avanzada militar que no parece tener fin ni perseguir una estrategia clara, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, principal aliado de Netanyahu, culminó una gira por Medio Oriente en la que firmó multimillonarios negocios con líderes y empresarios de Arabia Saudita, Catar y los Emiratos Árabes Unidos, y anunció el levantamiento de sanciones a Siria.

Israel no fue incluida en la gira, y Trump se alineó con los pedidos de sus anfitriones para un inmediato cese del fuego en Gaza, Cisjordania y la frontera de Israel con Líbano y con Siria, una guerra que, durante la gira, calificó de “brutal”. Atrás quedó el tono amistoso del encuentro entre Trump y Netanyahu en la Casa Blanca, en febrero, cuando el republicano anunció que imaginaba a Gaza convertida en un polo inmobiliario y turístico.

tRUMP

Donald Trump posa con los líderes del Golfo durante la cumbre en Riad. Foto:AFP

Los guiños del mandatario estadounidense han sido esta vez para el gobernante interino de Siria, Ahmed al Charaa, con quien se reunió para pactar el levantamiento de las duras sanciones que pesan contra ese país desde el siglo pasado. Fuerte golpe para Israel que Trump estrechara la mano de Al Charaa, al que Tel Aviv considera “un terrorista yihadista de la escuela de Al Qaeda, que comete atrocidades contra la población civil…”, según lo dicho en marzo por el ministro de Defensa de Netanyahu, Israel Katz.

Hoy Netanyahu es objeto de muchos más señalamientos que Al Charaa. Las acusaciones incluyen haber ocasionado una hambruna en Gaza, algo que Tel Aviv quiso contrarrestar con el lanzamiento de la Fundación Humanitaria de Gaza, que debía iniciar labores esta semana. Pero este domingo, la fundación fue sacudida por la renuncia de su director Jake Wood, un veterano del Ejército de Estados Unidos, quien declaró que era imposible “ponerla en marcha y, al mismo tiempo, respetar estrictamente los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad e independencia…”, una declaración que siguió a revelaciones de medios como el New York Times sobre la indebida injerencia del gobierno de Netanyahu en las labores de la fundación.

Soledad y aislamiento

A mediados de mayo, Trump firmó con el heredero al trono de Arabia Saudita, el controvertido príncipe Mohamed bin Salmán, y con empresarios saudíes un gigantesco paquete militar y de inversiones que incluye la venta por Estados Unidos de 142.000 millones de dólares en armamento y equipo de defensa de alta tecnología, y más de 600.000 millones de dólares en inversiones saudíes en las tierras del Tío Sam.

AFP

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Foto:AFP

Un exultante Trump habló a los medios del inicio de “una nueva era brillante” para Medio Oriente. “Por primera vez en mil años, el mundo mirará a esta región no como un lugar de guerra y muerte, sino como una tierra de esperanza y oportunidades”, agregó antes de concluir en tono de amistad y alianza: “Trabajaremos juntos, triunfaremos juntos, ganaremos juntos y siempre seremos amigos”.

Para los analistas Hélène Sallony y Piotr Smolar, del diario parisino Le Monde, estos acuerdos marcan un giro radical: “La estrategia que dibuja Trump en el Medio Oriente (…) parece muy en sintonía con el modelo promovido por los monarcas del golfo Pérsico: estabilidad, seguridad regional gracias al desarrollo económico y el intercambio comercial…”. Y claro, anotan los analistas, “paradójicamente, el aliado indispensable, Israel, es tomado por sorpresa, aislado en su fuga belicista hacia adelante y su proyecto de limpieza étnica en la banda de Gaza…”.

“La administración Trump parece haber comprendido que cada día resulta más difícil acompañar a Netanyahu en su aventura guerrerista”, le dijo la semana pasada a EL TIEMPO una fuente diplomática europea en París. “Si a eso sumamos que la diplomacia de Trump pasa siempre por los negocios, salta a la vista que Arabia Saudita, Catar y los Emiratos tienen mucho más que ofrecerle que Israel, que, en cambio, pide ayuda militar y no facilita las cosas en la región con su feroz ofensiva en Gaza”, agregó el diplomático.

Y mientras Trump anda de luna de miel con los países del golfo Pérsico, cada vez más gobiernos europeos toman distancia de Israel y de Netanyahu, quien, según la misma fuente, “está más solo que nunca, sin amigos, sin aliados y casi sin interlocutores porque se niega a escuchar lo que todos quieren decirle: que pare de una vez porque ya no se trata de acabar con los terroristas de Hamás, sino que está borrando del mapa la Franja de Gaza en una operación militar que, con miles de civiles muertos, es difícil no calificar como genocidio”.

La administración Trump parece haber comprendido que cada día resulta más difícil acompañar a Netanyahu en su aventura guerrerista

En cuestión de pocos días, los principales líderes de los países de la Unión Europea hicieron una seguidilla de declaraciones que marcan un tono mucho más severo hacia Israel y Netanyahu. El martes 13 de mayo, el presidente francés, Emmanuel Macron, calificó de “vergüenza” la actuación del primer ministro israelí en Gaza.

AFP

Palestinos desplazados se reúnen para recoger porciones de comida. Foto:AFP

En esas mismas horas, la presidenta del gobierno italiano, Giorgia Meloni, hasta ahora más bien comprensiva con Tel Aviv, endureció su discurso en una intervención ante los diputados italianos durante la cual declaró que la situación en Gaza resulta “cada vez más dramática e injustificable”, y reconoció que sus conversaciones con Netanyahu son “con frecuencia difíciles”, pues ella ha hecho valer “la necesidad de respetar el derecho internacional humanitario”.

A ellos se sumó el canciller alemán, Friedrich Merz, quien días atrás alertó sobre la inminencia de una “hambruna” en la Franja de Gaza. Alemania es, desde hace años, aliado principal de Israel en Europa y, por cuenta del Holocausto ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial, ha mantenido siempre un tono prudente con Tel Aviv. Pero esta vez fue diferente: “Lo que el ejército israelí está haciendo en Gaza ha ido demasiado lejos”, dijo Merz el lunes. “Francamente, no entiendo cuál es el objetivo”, concluyó.

El viernes 16 de mayo, el turno fue para el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, quien, tras calificar a Israel como “un Estado genocida”, convocó a varios gobernantes europeos que asistían a una cumbre en Tirana (Albania), a una reunión paralela para denunciar las actuaciones israelíes en Gaza y exigirle a Netanyahu que permita el ingreso de ayuda humanitaria. A la iniciativa de Sánchez se sumaron los jefes de gobierno de Islandia, Noruega, Irlanda, Eslovenia, Malta y Luxemburgo.

Debilidad interna

Pero Netanyahu no solo está en problemas frente a la comunidad internacional. También enfrenta un duro desgaste en la opinión pública interna. A mediados de mayo, un par de encuestas divulgadas por la prensa dieron cuenta del retroceso de la intención de voto de su partido, el Likud, y del avance de las fuerzas opositoras de centro y centro-izquierda que en uno de los dos sondeos aparecen con clara ventaja para ganar la mayoría en el Parlamento en caso de unas elecciones anticipadas.

Protestas en Israel contra  Benjamín Netanyahu.

Protestas en Israel contra Benjamín Netanyahu. Foto:JOHN WESSELS / AFP

Según la encuesta publicada por el diario Maariv, 45 % apoya al líder opositor Benny Gantz, contra 34 % que respalda a Netanyahu. Se trata de una relación inversa a la que ofrecían los sondeos hace un par de meses, cuando el primer ministro aún mantenía ventaja sobre el jefe opositor para una eventual convocatoria a las urnas.

Alejado de la Unión Europea, con Trump en actitud fría y distante, con un alza generalizada del antisemitismo en el mundo como resultado de la ofensiva en Gaza, y en problemas con la opinión pública interna, el premier israelí parece metido en un callejón sin salida

Además, Netanyahu ha seguido adelante con una cruda pelea con la Corte Suprema y con el Poder Judicial, que inició antes de los ataques de Hamás en octubre de 2023. Según una encuesta de fines de marzo, apenas 34 % de los israelíes apoyan su controvertida reforma judicial, contra 50 % que la rechaza. En ese mismo sondeo, 70 % dijo no confiar en el gobierno de Netanyahu, y eso que la encuesta fue hecha antes del inicio de la nueva, muy violenta y muy cuestionada ofensiva en Gaza que comienza a avergonzar a una porción importante de israelíes.

“Alejado de la Unión Europea, con Trump en actitud fría y distante, con un alza generalizada del antisemitismo en el mundo como resultado de la ofensiva en Gaza, y en problemas con la opinión pública interna, el premier israelí parece metido en un callejón sin salida”, explicó a EL TIEMPO la fuente diplomática europea ya citada. Pero nada indica que vaya a detenerse en lo que muchos analistas internacionales califican desde hace un tiempo como la fuga hacia adelante de Netanyahu.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró el miércoles que está abierto a un "alto el fuego temporal" en Gaza, al tiempo que se intensifica la presión internacional por la ofensiva israelí y el bloqueo de la ayuda en el territorio palestino.


Foto:EL TIEMpo

Leer Todo el Artículo