luego de revisar las el comportamiento de distintas variables económicas y el desempeño que traen los sectores de la producción, algunos de los cuales se mantienen en terreno positivo y con sólidas perspectivas, Grupo Bancolombia decidió elevar su apuesta por un mejor desempeño del producto interno bruto (PIB) del país, respecto de sus más recientes estimaciones con las que esperaban apenas un discreto avance del 1,3 por ciento.
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Según Laura Clavijo Muñoz, directora de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de dicha entidad, "hay ciertos cambios que nos llevan a pensar que la situación en el país está mejorando, pero hacia adelante hay retos importantes que superar. Hay progreso en la actividad económica respondiendo a las condiciones macro como la inflación y la baja al igual de tasas de interés que completan 18 meses en descenso", precisó la economista, quien prevé que este año el PIB avanzará hasta un 1,8 por ciento anual, mientras que en el 2025 lo hará a un ritmo del 2,6 por ciento, levemente por encima del pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) del 2,5 por ciento.
Parala economista, quien participó el jueves en la asamblea anual de Anif, centro de pensamiento que completó cinco décadas de labores, si bien se está avanzando en materia del costo de vida y de la financiación, es claro que el país está quedado temas fundamentales como inversión y generación de confianza, dos factores son los cuales será difícil alcanzar un mayor crecimiento económico en el corto plazo, esto es, más del 3 por ciento deseable, por lo menos.
Destacó, no obstante, el papel que viene jugando el sector agropecuario en el comportamiento de la economía nacional, así como la administración pública, donde también ve riesgos, como los climáticos y los propios derivados de la inseguridad, para el primero de los casos, que pueden llevar a cambios importantes en su desempeño. Y si bien el segundo renglón avanza bien, le preocupa el comportamiento negativo que traen otros sectores claves en la generación de empleo.
“El agro si duda ha sido protagonista en el 2024, pero recordemos que se está comparando con un 2023 que fue muy pobre y ayuda a que las cosas se vean mejores. En este sentido, creemos que hay que salir a buscar cómo fortalecemos esos sectores que también son fundamentales para impulsar el crecimiento económico, partiendo de, por ejemplo, que están creciendo las inversiones”, agregó.
Baja ejecución
En el frente cambiario Grupo Bancolombia recuerda que el dólar se ha visto bastante impactada en las semanas recientes dado el nerviosismo del mercado respecto a cómo serán los recortes de tasa de interés de la Reserva Federal en Estados Unidos y la elevada percepción de riesgo soberano en Colombia.
"Hacia adelante, la reducción del diferencial de tasas de interés frente a las economías desarrolladas creemos que presionará a que se sigan observando niveles de tasa de cambio superiores al promedio de la primera mitad de 2024. De cara al final de este año, esperamos una tasa cercana a los 4.100 pesos, que continuaría con una moderada tendencia de devaluación en 2025, para marcar un promedio del año completo de 4.175 pesos", advierten en su más reciente informe de proyecciones económicas.
Clavijo Muñoz insistió en la necesidad de trabajar mensajes de estabilidad y de disciplina fiscal, explicando que sucesos como los recortes presupuestales o las proyecciones sobreestimadas, acaban minando la imagen de seguridad que transmite el país a los inversionistas y al mercado en general.
“Hay que dejar de hablar de presupuestos desfinanciados y de subejecución presupuestal y, por el contrario, centrarnos en hablarle a los actores de la economía en términos que generen certidumbre y que brinden un panorama claro hacia el futuro. Solo de esta forma podremos apuntarle a un mejor crecimiento hacia adelante”, acotó.
Por último, centró su atención en el estado de las obras de infraestructura del país y lanzó una alerta respecto al bajo nivel de adjudicación y los efectos que esto podría tener en la economía hacia el futuro, principalmente en la generación de empleo y los niveles de inversión que derivarían en un paso lento del crecimiento más largo de lo necesario.