Una oleada de crímenes desatan el temor en Estados Unidos y las autoridades han abierto una investigación. Algunas comunidades comenzaron a difundir la idea de que exista un asesino en serie en el país. ¿Qué dijo la policía?
En las redes sociales, usuarios crearon un grupo llamado “Asesino serial en Nueva Inglaterra”, en el que se especula sobre la posibilidad de que ciertos homicidios ocurridos en distintas partes del territorio tengan conexión a raíz de su autor.
El hallazgo de al menos 11 restos humanos en diferentes puntos de Connecticut, Rhode Island y Massachusetts entre marzo y abril alimentaron los rumores. Sin embargo, las autoridades descartaron que se tratara de un caso de esta índole, después de revelar nuevas pruebas.
La explicación de la policía sobre los distintos homicidios en EE. UU.
Ante el interés público, los investigadores de estos crímenes explicaron que, hasta el momento, "no presentan patrones comunes ni sospechosos compartidos", suprimiendo la idea de un asesino en serie. "En un caso de presunto asesino serial, si viéramos alguna conexión, una zona específica o un móvil, lo comunicaríamos para proteger a la sociedad", dijeron.
Los lugares donde se encontraron restos incluyen New Haven, Norwalk, Killingly y Rocky Hill (en Connecticut); Foster (en Rhode Island); y Framingham, Plymouth, Springfield y Taunton (en Massachusetts).
Por su parte, la Policía Estatal de Connecticut confirmó que no existe evidencia que conecte el asesinato de Suzanne Wormser, que se resolvió recientemente, con los demás hallazgos, ni hay indicios de una amenaza en curso para la población.
En Connecticut, lograron capturar al homicida
Según el medio Fox News, la policía arrestó a Donald Coffel, de 68 años, por el asesinato de Wormser, de 58. "La víctima fue hallada desmembrada y colocada dentro de una maleta abandonada cerca del cementerio Colonel Ledyard en la ciudad de Groton, el 19 de marzo", especificaron.
El homicida, quien convivía con Wormser, fue acusado de asesinato, manipulación de pruebas físicas y disposición ilegal de un cadáver. Asimismo, las investigaciones determinaron que este crimen fue un acto dirigido y no aleatorio.
En tanto, Coffel confesó el crimen alegando que golpeó a la víctima con un bate de béisbol durante una discusión vinculada al consumo de drogas. Casi un mes después, la policía registró la vivienda e incautó objetos que reforzaron esta hipótesis.
Actualmente, el princial sospechoso permanece bajo custodia con una fianza fijada en US$1’000.000 y compareció a su audiencia inicial desde el hospital donde recibe tratamiento por cáncer.