En Bacu hay comida colombiana, italiana, griega, mediterránea, india, asiática, mexicana, tailandesa y vegana. Hay bowls, hay sopas, hay sándwiches, hay ensaladas y hay postres. Hay batidos de proteína, cafés fríos, sodas de frutas y limonadas. Hay desayunos, hay almuerzos y hay comidas para cualquier hora del día. Hay de todo. Y cualquier cosa que usted pida llega a la mesa en menos de 10 minutos.
La cadena de restaurantes colombianos, que actualmente cuenta con 14 locales en Bogotá (y espera abrir 16 más el próximo año), tiene dos apuestas tan sencillas como retadoras: ofrecer buena comida en menos de 10 minutos. Básicamente redefinir la idea de comida rápida. Una apuesta que en apenas dos años ha visto un crecimiento exponencial, pues pasaron de recibir solo 20 pedidos al día por Rappi en 2022 (cuando inició la marca) a vender más de 150.000 platos mensuales y contar con una planta de 200 colaboradores.
Y es que la oferta en Bacu no es poca: cuentan con una carta con 113 opciones diferentes, 29 de ellas para la hora del desayuno, 33 para el almuerzo, 40 bebidas y 11 de pastelería y panadería para todo el día. Allí destacan los bacus (que es la forma como el restaurante bautiza a sus platos estrella, que son básicamente bowls que combinan diferentes elementos). Los bacus buscan ser el nuevo imperdible entre los grandes restaurantes colombianos; un concepto sencillo pero que permite miles de combinaciones de diferentes cocinas del mundo.
Sándwich de pavo, de Bacu. Foto:Jaimal Bernal
El bacu macondo, por ejemplo, trae carne desmechada al estilo criollo, puré de plátano maduro y crema agria, junto a un acompañamiento que puede ser arroz jazmín, puré de papa, ensalada de la casa, chips de la casa, puré de plátano o cous cous con arándanos deshidratados. Pero si lo suyo es una cocina más especiada lo mejor es el bacu de pollo masala, que trae pollo en especias indias, tomates, crema de coco, yogur griego y garbanzos crocantes. En cambio si lo que quiere es algo más fresco entonces la recomendación es un bacu de salmón con ensalada de quinuas, que trae filete de salmón acompañado de ensalada de quinoa, vinagreta de gulupa y almendras tostadas.
Pero la oferta no se queda allí. No solo de bacus vive el hombre, y no solo bacus hay para comer. Si prefiere algo aún más liviano, lo suyo son las ensaladas. Allí, por ejemplo, puede decantarse por el mezze árabe, que trae faláfel, hummus de garbanzo, rúgula, cebolla encurtida, tomate uvalina, rábano, pepino europeo, vinagreta de vino blanco y pan pita; o la ensalada mediterránea que viene con quinoa blanca y roja, aguacate, tomate uvalina, pepino europeo, queso feta, albahaca, cilantro, hierbabuena, aceituna kalamata, cebolla morada, garbanzo crocante y vinagreta de vino blanco y gulupa.
Sede de Bacu en el edificio EK, en la 90 con 11, en Bogotá. Foto:Jaimal Bernal
Lo que sin duda sorprende es la rapidez con la que llegan a la mesa. Bacu, pensado y desarrollado como una startup, fue creado por Stephanie Gómez (CEO de Bacu), el chef Andrew Clarkson y Sebastián Osuna experto en montar plataformas tecnológicas de gran escala. Los tres buscaban un restaurante que ofreciera una oferta de comida balanceada, deliciosa y a precios razonables pero optimizado bajo la visión de una empresa tecnológica. Es así como todo en Bacu termina convertido en código y es susceptible de ser mejorado.
“En Bacu no importa la hora ni el lugar, desde las 7 a.m. y hasta las 9 p.m. nuestra comida llega de manera rápida, en puntos de venta te servimos en 7 minutos y por domiclio en 13 minutos. Buscamos ser el restaurante más rápido en domicilios”, afirma Gómez.
Encocado Lenu de Bacu, inspirado en sabores del Pacífico colombiano. Foto:Jaimal Bernal
Hoy la visión de la compañía es enfocarse no sólo en aquellos comensales que no tienen mucho tiempo para esperar pero que buscan una buena mesa para comer, sino también en todos los que quieren una cocina variada, saludable y sostenible (que es otra de sus apuestas gracias un esfuerzo de proveeduría y aprovechamiento de recursos).
En Bacu la idea es que la comida sea reconfortante y placentera, como la cocina de la casa, la misma que hacía la abuela en un domingo; pero que no haya que esperar sino unos cuantos segundos para obtenerla y se pueda conseguir de cualquier forma que sea sencilla. Por eso, se puede pedir en los locales o a domicilio por Rappi; o bien programar su pedido y pasar a recogerlo a una hora exacta en cualquier de sus puntos. Básicamente todo está pensado para que aquel que quiera conocerlos y probarlos pueda hacerlo de la forma más sencilla que encuentre.
El objetivo de la compañía, según cuentan, es “conquistar Bogotá” para así salir a replicar el exitoso modelo en otras ciudades (y luego otros países, empezando por México que será su primer objetivo). En el 2025 esperan duplicar su número de puntos de venta actuales, llegando a 30 restaurantes en total. Para el 2029 su gran meta es tener 150 a lo largo y ancho del país, con una facturación que supere los 513 mil millones de pesos.
“Hoy generamos más de 60.000 órdenes mensuales, impactamos a más de 1.200 personas y trabajamos con más de 250 proveedores de los cuales el 80 por ciento nos suministran productos nacionales y han estado con nosotros desde el principio, hemos crecido juntos,” agrega la CEO de Bacu.
EDWIN CAICEDO
Periodista de Medioambiente y Salud
@CaicedoUcros