La Universidad de los Andes dio la bienvenida oficial a Aura, el primer humanoide incorporado por una universidad en Latinoamérica.
Se trata de una versión académica del robot Unitree G1 - EDU, desarrollado por la empresa china Unitree Robotics. Aura no solo representa un avance en términos tecnológicos, sino también una oportunidad para repensar el papel de la inteligencia artificial en la educación, la investigación y la vida cotidiana.
El nombre de la humanoide fue seleccionado a través de un concurso convocado por la Facultad de Ingeniería, en el que participaron estudiantes, profesores y personal administrativo. “Aura” fue la propuesta ganadora, elegida por su evocación a lo humano, lo intangible y lo inteligente, cualidades que esta nueva integrante del ecosistema académico promete explorar.
Aura, el robot de la universidad de Los Andes Foto:Universidad de Los Andes
Con una altura de 1.32 metros, un peso de 35 kg y una velocidad máxima de 7 km/h, Aura es capaz de caminar, correr, sentarse y levantarse con sorprendente agilidad.
Su diseño incluye una batería de carga rápida, procesador de ocho núcleos y conectividad de última generación. Además, está equipada con sensores avanzados como un LiDAR 3D, una cámara de profundidad Intel RealSense y un sistema de audio con micrófonos de cancelación de ruido.
Más allá de sus especificaciones técnicas, Aura fue pensada como una plataforma de aprendizaje. Su arquitectura permite la programación de nuevas funciones, la integración de sensores personalizados y la interacción autónoma con el entorno. Es, en esencia, una herramienta abierta para la experimentación.
Aura, el robot de la universidad de Los Andes Foto:Universidad de Los Andes
Rubby Casallas, decana de la Facultad de Ingeniería, explicó que 'Aura' está llamada a convertirse en un eje articulador de iniciativas académicas en múltiples campos del conocimiento. “Su presencia en la Universidad es una oportunidad única para fomentar la investigación interdisciplinaria y reflexionar sobre el papel que tendrán los robots en nuestra vida cotidiana”, afirmó.
Estudiantes como Juan Felipe Ruiz y Nicolás Correal, de Ingeniería Electrónica, ya proyectan cómo integrar a Aura en sus trabajos. Ambos han participado en competencias internacionales de robótica, y ahora podrán enfocar sus esfuerzos en el desarrollo de software, inteligencia artificial y sistemas de percepción e interacción.
Para Carlos Francisco Rodríguez, vicedecano académico de la Facultad, la llegada de Aura no solo plantea retos técnicos, sino también éticos. “El avance de los humanoides puede transformar sectores como la salud, la agricultura o la industria, pero también nos obliga a pensar en nuevas normas, marcos legales y criterios de responsabilidad”, sostuvo.
La Universidad busca que Aura no se limite a ser un objeto de estudio tecnológico, sino que sirva para cuestionar, debatir y construir una visión crítica sobre el futuro de la automatización y su impacto social.
Aura integra entre 23 y 43 grados de libertad según su configuración, puede manipular objetos con precisión, aprender tareas por imitación y usar inteligencia artificial avanzada gracias a la plataforma UnifoLM, desarrollada por su fabricante. Está disponible en distintas versiones, desde modelos básicos hasta configuraciones con manos hábiles dotadas de sensores táctiles.