Atlético Nacional, con otro trofeo para sus vitrinas: superó al América y es campeón de la Copa

hace 4 meses 25

Se hacen llamar el rey de copas, y es porque Atlético Nacional existe para eso, para jugar finales y ganarlas. En sus vitrinas abarrotadas brilla ahora el trofeo de su séptima Copa Colombia, la que conquistaron este domingo contra América, en un partido terminado al minuto 85 por desmanes de hinchas. Le habían abierto espacio al trofeo desde el juego de ida, cuando ganaron 3-1 en Medellín. Ahora fue un trámite para la gloria: no necesitaban jugar con armonía, no necesitaban ni atacar, simplemente resistir, esperar, controlar, apurar el reloj, guardar energías, mantener el 0-0, celebrar y pensar en la otra final que tienen en frente.  

Nacional, que tiene en el horizonte la final de la Liga contra Tolima, no iba a desperdiciar una gota de energía, no iba a perder las fuerzas que ahora necesita; la ventaja que traía para este partido le daba esos privilegios. Jugó sin angustia y sin presión, como si no fuera una final, porque su verdadera final ya la había ganado en su casa. 

El diablo, sin milagro

La presión fue, de principio a fin, para el América, que en un estadio repleto invocaba ese milagro que los diablos no hacen. 

América tuvo 90 minutos de un dominio innecesario. Se cansó de tener la pelota, de crear opciones y de no saber cómo anotar ni cómo vencer a David Ospina, que atajó toda pelota que merodeó en sus predios, desde la primera que le pateo Duván Vergara.  

América vs. Nacional

América vs. Nacional Foto:Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO

Nacional esperó a que su rival empezara a desesperarse, y a la primera oportunidad que vio, sobre los 15 minutos, Alfredo Morelos casi liquida la serie con un cabezazo que el portero Soto sacó con las uñas, en un acción en la que hubo una aparente mano del defensor Rivera, que fue omitida. 

América jugaba al no error, al prohibido parpadear, con esa tensión defensiva de no poder fallar atrás, porque Nacional guardaba dinamita por si la necesitaba. No la necesitó. Tiene de sobra para la final contra Tolima.  

América

América vs. Nacional. Foto:Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO

América, para colmo, perdió al defensor Daniel Bocanegra que se agarró una pierna de dolor y se fue a lamentarse al banquillo. 

Los minutos pasaban y la tensión se fue apoderando de la afición escarlata, con esa angustia que se siente cuando se sigue perdiendo, eso de cantar pero con algún miedo, porque América, más allá de su dominio y de sus escaramuzas, no llegaba al gol que acortara las distancias, que le diera vida. Lejos de ese estadio y de esa ciudad, el coro fuerte y retumbante era de la afición verdolaga, que con cada minuto que se extinguía iba aumentando su fiesta.

Duván Vergara apareció otra vez para reclamar calma a sus hinchas con un cabezazo que atajó el portero Ospina, eso le dio nuevas fuerzas al equipo escarlata y a las gargantas destrozadas. Zapata se animó, fue y lanzó un remate a ver si tomaba desprevenido a Ospina, pero no, Ospina no es de los que afloja, menos en una final. 

América vs. Nacional

América vs. Nacional Foto:Santiago Saldarriaga / EL TIEMPO

Ya viene el gol, ya viene el gol... gritaban los jugadores de América en la cancha para darse ánimo, la afición también lo presentía, era tanto el dominio escarlata que parecía probable. Ya iban 40 minutos. ¡40! Era ahora o nunca, se dijeron. Era ya, ya, ya, pero no, no, no, Mina no quiso, tiró la pelota a cualquier parte para desespero de todo un estadio.

Desmanes y tñítulo para Nacional

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Policías buscan detener a un hincha. Foto:Santiago Saldarriaga/EL TIEMPO

Nacional empezó a sentir que el título ya estaba cerquita, lo acariciaba, lo tenía entre los dedos. Le faltaban 45 minutos de esa final. En la segunda parte América le prendió velitas a Adrián Ramos, que entró a jugar su último partido, a ver si era el salvador y se despedía como héroe. No lo fue. América se hundió en sus dificultades para hacer un gol y en sus propias lágrimas al final. 

El partido terminó en conflicto por estallido de la afición local: pólvora, invasión, peleas, heridos, pánico, jugadores de Nacional corriendo la vestuario a protegerse, sirenas, gases, caos, y todo ese peligroso actuar de algunos hinchas violentos ante el desastre de su equipo en la cancha. El partido se acabó antes de acabarse, al minuto 85.    

Los verdaderos héroes estaban vestidos de verde desde el partido pasado. Héroes que en Cali no tuvieron que exponer sus mayores virtudes, no tuvieron que invocar sus talentos secretos, no necesitaron derramar sangre, simplemente moderaron sus esfuerzos, como una caballería que aplasta sin necesidad de desenfundar sus espadas, un ejército que ya victorioso guarda su poderío para la siguiente conquista, para ir por la siguiente corona, esta, la Copa Colombia, ya descansa en sus vitrinas victoriosas. 

PABLO ROMERO

DEPORTES

@PabloRomeroET

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