Así es el soundpainting, el arte que fusiona actores, músicos, técnicas de circo y bailarines en una sola obra de teatro

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Como un director de orquesta sincroniza todos los instrumentos, indica cuando es el momento de su entrada y conduce la emotividad de las obras musicales, David Moncada, se para frente a las tablas de un teatro y mueve sus manos para indicar a artistas circenses, bailarines, actores y músicos cuando es hora de que entren a una obra de teatro que se crea a partir de la improvisación.

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¿Difícil de imaginar? Visualice lo siguiente. En un escenario hay 15 artistas esperando instrucciones. Moncada, con un gesto corporal, ordena que todos, en simultaneo, actúen y digan cualquier situación que pase por su cabeza. En medio del ruido, señala a uno de los participantes, que se pone en el centro del escenario, mientras todos se callan para escuchar su propuesta.

Tras esto, el director escoge a un segundo artista, por ejemplo, a un bailarín, que empieza a danzar alrededor de quien dice un parlamento improvisado. Ahora, se ve a un actor haciendo lo suyo, mientras que otra persona traduce la situación con su cuerpo. Llega el turno de la música. Con un gesto, mujeres empiezan a cantar y ambientan la escena. Y así, sucesivamente, seña tras seña, todos los artistas se suman a la escena para comunicar un único mensaje, que tal vez, es lo único que se acuerda antes del espectáculo. A esto se le conoce como Soundpainting, una técnica teatral que solo el grupo de Improvisual trae a Colombia y que “promete experiencias tan efímeras como la vida misma”, o al menos eso comparte María Paula Franky, productora del evento y de Improvisual.

Esta curiosa forma de contar historias nace en 1972, en Woodstock, el festival de música que fue centro de reunión para los hippies de la época en Nueva York. Su creador es Walter Thompson, músico y compositor estadounidense, quien encontró la necesidad de guiar las composiciones en vivo que surgían en medio de sesiones de improvisación libre de un ensamble de músicos y bailarines.

Me hicieron sentir segura y en confianza, porque se trata de improvisación y sin importar qué fuera a pasar, era perfecto

Y ahora, llega a Colombia, de la mano de Moncada y Franky, quienes se acercaron a esto durante la pandemia y con la intención de mover al público a través de anécdotas poderosas. Aun así, este formato no fue hecho a ‘la loca’, “no es montarse y ya, tampoco es vivir el presente. Hay muchas cosas por entender, cómo sostener una historia, cómo es la comunicación entre el director y los compañeros, la música, que hace parte de este formato de forma única. Es pensar cómo comunicarse con todas las artes en un mismo espacio”, explica Franky.

Para desarrollar este espectáculo, el director viajó hasta Paris, con el objetivo de certificarse con Thompson. Además, hizo talleres con un soundpainter peruano, llamado Mario Gaviria, durante meses enteros. Así, Moncada aprendió 1.500 señas que maravillan al público, ante la rareza de lo desconocido.

Del mismo modo, entrena a su equipo, para que entienda sus mensajes mudos en medio de la función. Lo que fue todo un reto para María McCausland cantautora en solitario y de la agrupación Flor de lava, que hizo parte del elenco de la última sesión de soundpainting, realizada el 15 de octubre. “El elenco de base ya está familiarizado con algunos gestos, sin embargo, para mí, que fui una invitada, implicó aprenderme todo desde cero. Igual, me hicieron sentir segura y en confianza, porque se trata de improvisación y sin importar qué fuera a pasar, era perfecto. Se trata de jugar y no de hacerlo bien o mal”, comenta. 

Aunque suene paradójico, este tipo de improvisación se ensaya. Por ejemplo, para este último encuentro se realizaron un par de ensayos con dos semanas de anticipación, cada uno de dos horas, en los que se hace una sesión en vivo, tal cual pasa sobre las tablas, para que todos se familiaricen con la gestualidad, se liberen y creen ideas, que, de pronto, no volverán a salir a la luz.

“Con el tiempo aprendimos a soltar lo que es efímero, porque de eso trata la improvisación. Y cada uno vive su experiencia, porque cada función es única, porque es aprender a disfrutar lo que se vive y así es suficiente”, comparte Franky.

El elenco de la producción está compuesto por personalidades que han resaltado en el panorama nacional, tales como: Emmanuel Restrepo, actor que ha participado en producciones como Rigo, La primera vez, Malta y más; Gina Collazos, quien ha bailado para Greeicy Rendón y Nickelodeon; Pilar Cabrera, cantante y compositora; y muchos más.

Sin embargo, ganar su confianza, para realizar algo nunca visto en el país, no fue fácil. Pues, se requirieron 11 años de trabajo arduo, que la pareja de bogotanos -Franky y Moncada- materializó en una productora teatral que ha apostado por innovar, sin dejar a un lado la calidad artística y el disfrute.

Nadie vive de aplausos

Una trayectoria de más de una década ha preparado a Franky y Moncada, para públicos de tres personas y de 600, para saber monetizar el arte –que puede ser lo más complejo- y sobre todo, a no tirar la toalla, hasta en momentos en que parece imposible seguir. Lo que, en últimas, les ha quitado el miedo a arriesgarse y traer a Colombia cosas como el Soundpainting.

Qué más da, si lo pierdo todo, lo hago con toda

“Siempre decimos que un producto artístico debe tener un balance entre ser creativo y productivo, para monetizarlo. Es difícil si uno piensa que le está siendo infiel a sus ideas por querer cobrar por ellas. Pero hay que verlo desde otra perspectiva y entender que crear arte, con un equipo grande y talentoso, es una forma de decirle a las personas que cuesta y que hay esfuerzo por llegar a un escenario”, reflexiona Franky.

A pesar de que ella también reconoce que hubo una época en la que lloraba cada mes del estrés, pensó en renunciar y como acto final, junto con Moncada, se arriesgó, para sacar una última producción llamada La Liga, que incluso requiere de 50 personas para su realización. “Pensé: ‘qué más da, si lo pierdo todo, lo hago con toda’”, recuerda entre risas una de las creadoras de Improvisual.

Por riesgos como estos, surgió el arte de pintar con sonido en Colombia. Una forma diferente de demostrarle a los espectadores cómo funciona un teatro sin guiones, en que la conexión entre los participantes permite reírse de los errores, aprender de la cada disciplina artística e imaginar escenarios imposibles, que conducen a una bonita historia y enseñanza.

Improvisual hará un par de obras más con estas técnicas en este 2024. Una en bucaramanga, el 13 de diciembre,  y otra el 7 de diciembre en Bogotá. 

María Jimena Delgado Díaz

Periodista de Cultura

@mariajimena_delgadod

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