En medio del creciente descontento del sector agrario en Colombia, este martes 11 de febrero, un grupo de arroceros de La Guajira se movilizó con maquinaria pesada en la vía que conduce al sur del departamento.
La manifestación, que afectó la movilidad por varias horas, se dio en respaldo al paro nacional arrocero tras la suspensión de las negociaciones con el Gobierno Nacional.
La protesta, liderada por más de 50 tractores y 15 cosechadoras de arroz, partió desde el sitio conocido como ‘El Guanábano’, entre los municipios de San Juan del Cesar y Distracción, hasta llegar al municipio de Barrancas, concluyendo en la Glorieta Carlos Huertas en Fonseca.
El bloqueo afectó a los viajeros. Foto:Policía Nacional
En este último punto, se realizó un acto simbólico con los agricultores y representantes del gremio, quienes se declararon en asamblea permanente desde el pasado domingo.
“Estamos en pie de lucha. Nos unimos a este paro nacional porque el gobierno y la industria nos tienen al borde de la quiebra. Hoy, desde las 4 de la mañana salimos a manifestar nuestra inconformidad y al mismo tiempo mostrar que los arroceros somos gente de trabajo y paz”, expresó José Ramón Molina, representante del gremio arrocero en La Guajira.
La protesta generó el cierre total de dos tramos viales: la vía Distracción – Cuestecitas, a la altura del km 13+500 metros en el sector de Chancletas, en jurisdicción del municipio de Barrancas, y la vía La Paz – Distracción, que conecta al departamento del Cesar con La Guajira, a la altura del corregimiento de Buenavista.
El mayor Camilo Andrés Rivera Parada, jefe de la seccional de Tránsito y Transporte de la Policía de La Guajira, informó al mediodía de este martes, que los dos tramos viales fueron habilitados y que se encuentra en los dos puntos realizando el manejo de tráfico, tras el 'plan tortuga' que duró unas siete horas.
Exigen distritos de riego, planta de secamiento y denominación de origen
Arroceros dieron a conocer sus peticiones. Foto:Giovanny Daza Manjarrez
Más allá del respaldo al paro nacional, los arroceros de La Guajira reclaman compromisos incumplidos por parte del Estado.
Una de las principales exigencias es la reactivación del proyecto de construcción de los distritos de riego del río Ranchería y San Juan del Cesar, fundamentales para ampliar la frontera agrícola y garantizar la sostenibilidad del cultivo.
“Nuestro arroz tiene calidad para exportarse a Europa y las Antillas. Por eso pedimos que se nos otorgue una denominación de origen, como lo han hecho los cafeteros, y que se construya una planta de almacenamiento, secamiento y trilla para apoyar a los pequeños productores”, afirmó Molina.
Actualmente, en La Guajira se cultivan unas 6.000 hectáreas de arroz al año, principalmente en Fonseca, Distracción, Barrancas y Dibulla, beneficiando a cerca de 500 familias. Sin embargo, la crisis del sector ha golpeado fuertemente la economía rural.
Según Molina, los productores están perdiendo entre uno y dos millones de pesos por hectárea cultivada, debido al bajo precio pagado por la industria, el ingreso de arroz importado desde Ecuador y Estados Unidos, y la falta de apoyo estatal.
“El arroz que vendíamos a $ 1.900.000 la tonelada, hoy lo estamos vendiendo a $ 1.300.000 o $ 1.400.000. Es insostenible. Además, enfermedades como la bacteriosis golpearon duramente la última cosecha”, agregó.
El líder gremial también denunció que muchos agricultores están reportados en centrales de riesgo, lo que les impide acceder a créditos o reprogramación de deudas, dificultando aún más su permanencia en el campo.
Una tradición centenaria en riesgo
La vía estuvo bloqueda por un 'plan tortuga'. Foto:Giovanny Daza Manjarrez
Molina recordó con orgullo que La Guajira fue pionera en la siembra de arroz en la Costa Caribe, cuando un alemán y un austriaco introdujeron el cultivo en el municipio de Distracción después de la Primera Guerra Mundial.
“Es una tradición de más de un siglo que hoy está en peligro. Nosotros garantizamos seguridad alimentaria. En cada hogar colombiano hay arroz que nace de estas tierras”, manifestó el ciudadano.
Los arroceros reiteraron que su movilización es pacífica, pero advierten que si el Gobierno nacional no responde con acciones concretas, tomarán decisiones más drásticas en defensa del campo.
“Queremos paz, bienestar y trabajo. Que la deuda social del Estado con La Guajira se salde invirtiendo en agricultura. Cuando el pueblo trabaja, se acaba la corrupción”, sentenció Molina.
Por su parte, el representante por La Guajira, Juan Loreto Gómez Soto, respaldó el clamor del sector arrocero expresando que es hora de actuar y buscar una salida conjunta.
“Si se mantiene el actual modelo de comercialización, muchos productores no podrán sostenerse y abandonarán un cultivo que ha sido parte fundamental de la economía local. Pero si se toman decisiones estratégicas, como impulsar su exportación a mercados cercanos y proteger su producción con una Denominación de Origen, este producto podría convertirse en un motor de desarrollo para La Guajira”, puntualizó Soto.
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Eliana Mejía Ospino
Especial para EL TIEMPO
Riohacha