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hace 8 horas
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Durante los trabajos de restauración de la Iglesia de San Filiberto, ubicada en Dijon, Francia, un descubrimiento arqueológico sorprendió a los investigadores.
Al levantar una sección del suelo, se identificó una escalera olvidada que conducía a una tumba de 400 años de antigüedad y a varios sarcófagos que datan del siglo VI.
Este hallazgo permitió acceder a una bóveda subterránea que contenía los restos mortales de niños y adultos enterrados en ataúdes de madera, algunos con objetos funerarios como monedas y rosarios.
Los hallazgos. Foto:Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva.
La historia detrás de la restauración
La intervención en el edificio fue motivada por un problema estructural que se originó en la década de 1970, cuando se instaló una losa calefactora de hormigón con la intención de mejorar la temperatura del recinto.
Sin embargo, esta solución trajo consigo consecuencias inesperadas. Durante los siglos XVIII y XIX, la iglesia había sido utilizada como almacén de sal, un elemento vital en la conservación de alimentos en aquella época.
La sal absorbida por el suelo ascendió por los pilares de la iglesia mediante un proceso de capilaridad provocado por el calor de la losa, debilitando los cimientos y generando grietas que comprometieron la estabilidad del templo.
El proceso de restauración reveló mucho más que daños estructurales. La retirada de la losa dejó al descubierto una estructura subterránea oculta. Al excavar, los expertos encontraron ataúdes que contenían restos envueltos en mortajas y descubrieron la importancia de estas sepulturas al analizar los objetos hallados junto a los cuerpos.
Un templo con historia milenaria
La Iglesia de San Filiberto, construida en la segunda mitad del siglo XII, destaca por su imponente pórtico, campanario y capillas laterales, elementos que fueron añadidos al edificio original con el paso de los siglos. Esta no es la primera vez que el sitio revela secretos históricos: en 1923, se localizaron vestigios de una iglesia aún más antigua, anterior a la estructura actual.
En el mismo lugar también se encontraron sarcófagos que datan del periodo merovingio, comprendido entre los años 481 y 751. Estos hallazgos confirman la relevancia de la iglesia como un sitio clave en la transición entre la Antigüedad y la Edad Media, reforzando la importancia histórica y cultural de la región de Borgoña, que se ubicaba en una ruta comercial esencial para el transporte de sal y otros productos.
O Globo (Brasil) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de O Globo (GDA), y contó con la revisión de un periodista y un editor.
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