Árbitro confesó que le perdonó la roja a Lionel Messi para que jugara final de Copa América a cambio de una recompensa

Hay polémica por una revelación que hizo el exárbitro chileno Carlos Chandía, quien confesó haberle perdonado una tarjeta roja a Lionel Messi para que no se perdiera la final de la Copa América del 2007.

Messi era apenas un joven que empezaba a despuntar y vestía la camiseta número 18 (el 10 lo llevaba Juan Román Riquelme), pero su magia ya la empezaba a plasmar en cada uno de los terrenos de juego.

Messi y una jugaba ingenua

Chandía explicó que en la semifinal de la Copa América de 2007 contra México le perdonó la cartulina roja para que jugara la final, el astro había visto la amarilla en el minuto 49 y otra amonestación lo iba a dejar por fuera del gran partido contra Brasil.

Argentina ganaba 3-0 con goles de Heinze, Riquelme y Messi, quien hizo una obra de arte al picar el balón por encima del arquero rival. Sin embargo, el rosarino se salvó de ser expulsado por una ingenuidad.

Messi tocó el balón con la mano en el centro del campo, sin ningún sentido, el reglamento dictaba que debía ver una amarilla y al estar amonestado ser expulsado, pero el juez chileno se la dejó pasar a cambio de que le regalara su camiseta.

“Ocurre que Messi estaba con una amarilla y yo he dado tres minutos de tiempo agregado y ganando Argentina 3-0 a México, y Messi, de la nada, levanta una pelota y la porta con las manos, pero en mitad de cancha, ninguna posibilidad de gol del equipo mexicano ni nada por el estilo”, dijo el austral en una charla con ESPN.

Chandia le pidió la camiseta número 18 con la que estaba brillando en esa Copa América que se celebró en Venezuela: “Entonces qué ocurre, yo le dije: ‘Bueno, esta jugada es de amarilla, pero te va a costar la camiseta, y no le mostré la amarilla, porque eran dos minutos y medio y el juego 3-0, era cortarle la posibilidad de jugar la final de la Copa América del 2007 en Venezuela”.

La sorpresa que se llevó Chandia fue que Lionel Messi se quitó la camiseta y estuvo a punto de entregársela frete a todo el estadio: “Me la fue a dejar al camarín después, se la quería sacar en la cancha, le dije ‘acá no’”.

HAROLD YEPES

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