Álvaro Leyva: así era su relación con Gustavo Petro antes de la Presidencia y la cartas sobre supuesta drogadicción

Cuando el electo presidente Gustavo Petro anunció a su primer ministro en junio de 2022, Álvaro Leyva, aseguró que de su mano construiría una Cancillería "de la paz". Casi tres años después, la relación entre ambos, ya con Leyva afuera del Gobierno, se ha convertido en una guerra. 

Este miércoles se conoció una nueva carta -la tercera- dirigida al primer mandatario por parte de su excanciller en la que clava más la yaga en torno a un supuesto problema de consumo de sustancias por parte del presidente Petro que lo habrían expuesto a episodios "bochornosos" en el exterior y en la que le pide sin reparos que salga de su cargo.

"Ya no más presidente Petro. Hora de irse. Esto porque en sus manos, en su situación, el país se hunde. El alma de la nación está en pena. Ya se mira y se sufre con angustia el caos moral y político al que usted la ha conducido. No lastimen más a nuestra patria. Benedetti y usted. Y otros abusadores que no es del caso mencionar ahora mismo. Ellos afloran solos", escribió Leyva. 

El presidente Petro, en respuesta a los continuos señalamientos de Leyva, no solo ha rechazado la condición que el exministro alega, sino que ha aseverado que se trata de un supuesto plan para sacarlo de su cargo. 

"Quiero presentarle las pruebas a la fiscal general de la Nación, ojalá mañana mismo, que muestra los actos de sedición de lo que Leyva llama: acuerdo nacional, que ahora propone con grupos de extrema derecha y grupos armados en guerra, al cual ha invitado a algunas personas muy conocidas, y donde se demuestra la reunión con Diaz Balart, que él ahora niega", denunció.

El mandatario aseguró que Leyva sostuvo reuniones con el congresista estadounidense Mario Diaz-Balart, miembro de la Cámara de Representantes por el Partido Republicano, en las que se discutieron planes para derrocarlo.

La relación entre Petro y Leyva

A pesar de haber sido la primera designación ministerial en la actual administración, protagonizar hoy uno de los grandes choques personales con el jefe de Estado y de su pasado como negociador de paz con distintos grupos armados incluido el M-19, Álvaro Leyva nunca fue del círculo cercano de Gustavo Petro y apenas se conocían personalmente.

De hecho, en la primera carta dirigida al jefe de Estado, a mediados de abril, el exjefe de la diplomacia señaló que nunca se cruzaron en las negociaciones de paz del M-19. También subrayó que hasta que coincidieron en la Presidencia no tenía conocimiento de antecedentes personales.

"Por la época de mi nombramiento no conocía yo antecedentes personales suyos. Solo los aspectos propios de su carrera como político. Alguna información tenía sobre su vinculación al M-19.  Lo cierto es que tuve una relación muy significativa con toda la cúpula de esa organización. Por aquellos entonces durante el tiempo que hubo las mayores definiciones de paz con el M nunca me crucé con usted. No pertenecía usted a sus primeras filas", comentó Leyva.

En dicha misiva, Leyva recordó que se conoció con el actual Presidente años después del proceso de la Constitución de 1991. "Más precisamente un día en que nos encontramos en una cafetería del lobby del Hotel Tequendama. Venía usted con chaleco antibalas. Lo recuerdo claramente. Seguro usted también", agregó.

Sin embargo, Leyva, con pasado conservador, dijo que lo convencieron las banderas de la campaña en 2022 (paz, justicia social, libertad, igualdad) y por eso lo apoyó en la contienda, hasta el punto de recibir con satisfacción su designación como ministro de Relaciones Exteriores, algo visto en su momento como un reconocimiento a su trayectoria como actor de paz.

Ahora bien, en los últimos meses, Leyva ha venido despachándose en contra de la actual administración, de la que hizo parte como canciller. En múltiples trinos, ha criticado al mandatario, a dos de sus cercanos –Laura Sarabia y Armando Benedetti-, el trato a la vicepresidenta Francia Márquez y se ha ido en contra de las políticas del gobierno, sobre todo la política de ‘paz total’.

Incluso, en sus misivas, aseveró que durante su actividad como ministro fue difícil sentarse con su jefe para estructurar la política exterior de su Gobierno.

JUAN PABLO PENAGOS RAMÍREZ

Redacción Política