Alertan en Florida ante el aumento de casos de esta enfermedad

En las últimas semanas, un brote de sarampión, una de las enfermedades más infecciosas del planeta, despertó la alerta en las autoridades sanitarias del estado de Florida luego del primer caso detectado en la región, en medio de una propagación que afecta a todo el territorio de Estados Unidos. 

Empezó en Texas el foco infeccioso de la enfermedad del sarampión, y debido a la dificultad para controlarlo, se expandió rápidamente por el resto del país. Tras el primer caso confirmado después de que un estudiante de secundaria de Miami contrajera el virus, las autoridades floridanas enviaron un mensaje de advertencia a los ciudadanos, mientras se preparan para el inicio de las clases tras el receso de primavera, según informó el medio WFLA de Tampa.

"No me sorprendería en absoluto porque el sarampión es una de las enfermedades más infecciosas del planeta", expresó al respecto Jill Roberts, profesora asociada de la Facultad de Salud Pública de la Universidad del Sur de Florida.

Mientras en Florida recientemente fue confirmado el primer caso, el último paciente fue registrado en Washington D.C. "Las autoridades dijeron que a una persona que viajó en tren Amtrak desde Minnesota a la capital del país se le diagnosticó sarampión", agregó Roberts. 

El desafío del sarampión para Estados Unidos

Uno de los problemas principales que plantea el brote de sarampión corresponde a la forma en que las autoridades controlan la epidemia, ya que cada estado toma decisiones por su cuenta.

De acuerdo a los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), dos dosis de la vacuna contra el sarampión ofrecen protección de por vida. Los síntomas que presentan los pacientes varían entre fiebre, tos, moqueo y sarpullido.

En la región del sureste del país, la enfermedad plantea una problemática particular, ya que el año pasado el 88,1 por ciento de los niños de jardín de infantes fueron vacunados, lo que convierte a Florida en uno de los estados con tasas de vacunación contra el sarampión más bajas.