La borrasca Boris, segunda de la temporada, deja ya un saldo de 14 muertos y miles de afectados en Europa central y del este, donde Polonia, Rumanía, República Checa, Eslovaquia y Austria se han visto afectadas por fuertes trombas de agua y sus consiguientes crecidas de ríos e inundaciones.
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Rumanía es la peor parada hasta el momento, con 6 fallecidos, decenas de evacuados y más de 15.000 afectados, sobre todo en el condado de Galati, al este del país, tras unas inundaciones calificadas de "históricas" por sus autoridades.
El desbordamiento de los ríos afecta ya al 76 por ciento de los inmuebles según Emil Dragomir, el alcalde de Slobozia Conachi, que habla de "desastre total" en la zona, con varias carreteras bloqueadas, más de 750 bomberos movilizados en las operaciones de rescate y el despliegue de campamentos temporales y viviendas modulares para los afectados.
Rumanía
En el condado oriental de Galati, la región más afectada de Rumanía, las intensas lluvias han causado cuantiosos daños y dejaron sin electricidad a 25.000 personas. Unas 5.000 viviendas resultaron dañadas. Las autoridades han confirmado la muerte de seis personas en esa región en los últimos dos días y los evacuados se cuentan por cientos.
El cambio climático aumenta el riesgo asociado a los fenómenos ciclónicos y a las inundaciones que provocan
Las autoridades nacionales y locales han desplegado un amplio dispositivo para rescatar y atender a las personas atrapadas, y han instalado campamentos temporales y viviendas modulares para los afectados.
El presidente, el liberal Klaus Iohannis, mostró solidaridad con los afectados y señaló que esta tormenta es un nuevo ejemplo de los efectos del cambio climático.
"El cambio climático aumenta el riesgo asociado a los fenómenos ciclónicos y a las inundaciones que provocan. Dada la creciente frecuencia de estos fenómenos, es imperativo acelerar los proyectos de infraestructura crítica destinados a reducir los riesgos", aseguró.
Austria
En Austria el azote de Boris ha causado crecidas en los ríos no vistas en décadas y obligó a declarar a uno de los nueve estados federados, Baja Austria, como zona catastrófica. Hasta el momento se han confirmado tres fallecidos, un bombero y dos ancianos que murieron ahogados en sus hogares, ambos en Baja Austria.
Las masas de agua han destruido 12 presas en Baja Austria, mientras que 12.000 hogares están sin electricidad y en 23 localidades no hay agua potable.
Unas 800 personas han sido rescatadas en helicópteros en las últimas horas en Baja Austria, el estado federado más grande y poblado de la república alpina.
Más de 2.400 soldados participan en las labores de emergencia, mientras que el transporte ferroviario y algunas líneas de metro en Viena han sido suspendidas. El presidente, Alexander Van der Bellen, canceló su viaje a la Asamblea General de Naciones Unidas en Nueva York debido al desastre.
Polonia
En Polonia, el temporal se ha cobrado la vida de cuatro personas y el Gobierno de Donald Tusk ya preparó fondos de emergencia y solicitó la ayuda europea. El Ejecutivo polaco también declaró como zona catastrófica varios distritos de las regiones sureñas más afectadas: Baja Silesia, Silesia y Opole.
Además, se están movilizando fuerzas adicionales para combatir las inundaciones, mientras que unas 1.600 personas ya han sido evacuadas.
Cuando aún persisten las fuertes lluvias en muchos puntos de la mitad sur de Polonia, la atención de los servicios de emergencia se dirige ahora a la contención de los ríos desbordados, y en especial el embalse de Pilchowice (sur), que ha comenzado a desbordarse y ha obligado a evacuar a más de 3.000 vecinos.
República Checa
La República Checa también sufre el azote del temporal, especialmente en el norte, donde más de 50.000 hogares han quedado sin electricidad. Las autoridades informaron de una persona fallecida y siete desaparecidas, mientras que la cifra de evacuados asciende a 12.000 en todo el país.
Las persistentes lluvias desde el jueves hicieron que se desbordaran muchos ríos y arroyos, y actualmente hay decenas de lugares que tienen declarado el tercer grado (el máximo) de actividad de riadas, sobre todo en la región nororiental de Moravia-Silesia.
La ciudad de Litovel, que cruza el río Morava, se encuentra inundada en un 80 por ciento.
"Alrededor del 80 por ciento de la ciudad está bajo el agua. Estamos aislados del mundo, de momento aquí nadie puede entrar ni salir, sólo los bomberos, porque en algún lugar el agua ya supera el metro de altura", ha declarado el alcalde de la localidad, Viktor Kohout.
Más de 12.000 personas han sido evacuadas en el país, donde hay cientos de miles de hogares sin luz como consecuencia de las averías en las redes de alta tensión.
Las crecidas de los ríos Odra, Opava y Novohradka siguen siendo una amenaza. El primer ministro, Petr Fiala, advirtió sobre el riesgo de contaminación del agua y los alimentos y pidió a los ciudadanos tomar precauciones.
Hungría
En Hungría, las autoridades advierten que el río Danubio podría alcanzar en las próximas horas niveles cercanos a los récords históricos.
El Ejército desplegó equipos especializados para reforzar la protección contra las inundaciones, y el alcalde de Budapest aseguró que están preparados para enfrentar una de las crecidas más graves en años.
El primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, anunció este lunes que posponía todos sus compromisos internacionales para hacer frente a la situación.
Más allá de Europa
Fuertes lluvias e inundaciones han causado daños también tanto en Asia como en África: en el primer caso, el país más afectado es Birmania, donde la depresión tropical Yagi deja 113 muertos, 64 desaparecidos y más de 320.000 desplazados en todo el país, especialmente en la región central.
En África, al menos 281 presos se encuentran desaparecidos en Nigeria, donde ha sido necesario evacuar las cárceles por las inundaciones que anegaron gran parte de la ciudad de Maiduguri, la capital del estado de Borno y donde más de un millón de personas se han visto afectadas