Alejandro Sanz no oculta sus sentimientos y, al momento de escribir sus canciones, hay una suerte de catarsis emocional en ellas: “Le di la vuelta a mi mundo / Pa’ que se pareciera a ti / Pero, por más palmeras que plantemo’ en el jardín / Esto jamás será La Habana, y yo siempre seré Madrid”.
¿Quién no se siente tocado por la letra de Palmeras en el jardín? El retrato de un desamor, el luto por la partida, el dolor de la ausencia, el adiós de un gran amor. Sanz es auténtico y, a veces, literal con lo que siente; deja fluir sus amores, desgracias y ansiedades. Y los versos de esta canción corresponden, sin tapujos, al rompimiento del cantante y compositor español con la artista plástica cubana Rachel Valdés.
“Detrás de todas las canciones hay historias. No conozco un artista, no lo conozco todavía, que quiera cantar cosas que realmente no haya vivido o no sienta que de algún modo le representan”, dice un entusiasmado Alejandro Sanz en una charla con EL TIEMPO, al describir el primer sencillo del que será su próximo álbum, cuyo nombre y fecha de lanzamiento son un misterio.
El cantante, compositor y productor español conversa desde Madrid sobre el estilo que tendrá la producción, la primera que lanza con Sony Music. Hace algunos días, se presentó un nuevo tema del disco, una colaboración con los mexicanos del Grupo Frontera que se titula Hoy no me siento bien, un relato más divertido de un momento cargado de desgracias.
Ganador de 24 Premios Grammy Latinos y cuatro anglos, Sanz, de 56 años, regresa este 2025 con un sonido que va “hacia la luz”, como él mismo lo define. “He buscado que fuera algo que nos llegue, algo que nos emocione, pero que también sea amable”, agrega.
Alejandro Sanz es el ganador de 24 premios Grammy Latinos y cuatro anglos. Foto:Sony Music
Las canciones y los videoclips de Palmeras en el jardín y Hoy no me siento bien son algo poético y hasta divertido, muy complementarios de lo que transmiten las letras.
Totalmente. Lo que estás mencionando de los videos no es gratuito, porque los dos los hice con el mismo director, el francés Greg Ohrel, que tiene una forma muy peculiar de contar poéticamente a través de las imágenes y me parece que enriquece mucho el tema de las canciones. Quería que esos videos fueran parte de la obra, porque no son temas fáciles de tratar. Palmeras en el jardín, que trata esa profundidad, ese dolor y esa amargura de la separación, de cómo empieza a gestarse dentro de ti un problema más serio, emocional, y después, en este segundo tema, Hoy no me siento bien, de algún modo estás saliendo de ese pozo, y estás empezando a salir porque eres capaz de reconocer que no estás bien y que quizá eso te ayuda a ponerte en el buen camino para poder solucionar. De algún modo, es una canción más luminosa, así que empieza a haber toques de humor en el video; aquí nos reímos un poco de que las cosas que te empiezan a salir mal desde el primer momento: al bajista se le rompe la cuerda, a otro le pasa corriente con el micrófono, todo empieza a ponerse feo, lo que era una fiesta acaba en una pelea, empieza a llover, se cae el escenario; o sea, parece que todo a tu alrededor empieza a ser catastrófico. A mí me gusta decir siempre que cuando dentro de ti las cosas parecen tormentas enormes, afuera a lo mejor son cuatro gotas, pero el mensaje es: ‘oye, no pasa nada porque te sientas mal, a todo el mundo le pasa’. Puede ocurrir, y es posible que necesites otro tipo de ayuda; pero días malos y días buenos van a existir siempre.
De alguna manera, reírse un poco de eso también ayuda, ¿no?
Exactamente. Ahora, hay cosas que realmente necesitan mucho más (terapia, por ejemplo), pero el rodearte de amigos ayuda. Hay que tener cuidado porque muchas veces se confunde el estar en un estado de depresión o tener algún problema con estar serio. Tú puedes reírte, puedes tener una vida normal y, de repente, dentro funcionan las cosas de otra forma. Pero, bueno, la canción intenta darle un poquito de luminosidad a todo este tema.
Usted siempre ha sido muy honesto, transparente con sus seguidores. ¿Es fácil desnudar tantas emociones en una canción como 'Palmeras en el jardín'?
Siempre ha habido historias detrás de estas canciones; lo que pasa es que antes no se sabía tanto de la vida privada de los artistas, y entonces ahora que todos somos tan chismosos, todos sabemos de dónde vienen las canciones (risas). Pero yo no entiendo otra forma de hacer la música, no entiendo otra forma de escribir, si no soy capaz de ser abierto. Yo podría haber sido más metafórico en la canción, pero hay canciones que te exigen un grado de compromiso más grande que otras, y esta lo exigía.
Es una composición que te conmueve, independientemente de la situación sentimental por la que atravieses en el instante en que la escuchas.
Porque en algún momento también viviste algo así, ¿sabes? Es verdad que quizá para expresarlo sea más complicado, pero sucede al revivirlo, digamos, porque por eso vemos una película y nos emocionamos, por eso escuchamos una canción y nos emocionamos, o vemos un cuadro y nos emocionamos, ¿no? Porque detrás de todo eso existen emociones que son muy reconocibles para cada uno de nosotros.
¿Estas dos canciones dan puntadas de la línea del próximo álbum?
No. O sea, hablo de otras cosas dentro del álbum también, hay homenajes a poetas, hay cosas difíciles, pero he pensado que sea fácil de abrazarlo, para que nos haga sentir cómodos con lo que estamos escuchando. Porque a veces tú puedes llevar la oscuridad a un punto donde empieza a ser incómoda, y ese es otro recurso artístico que en alguna ocasión yo mismo he utilizado; es provocar de otra forma. Por ejemplo, si escuchas El trato (del 2019), es una canción que musicalmente es una arquitectura que te puede llegar a tocar en sitios que son incómodos. En este disco he prescindido un poco de esa parte, porque quizá, como vengo de un sitio así, prefiero un poco más de luz y explicar las cosas de una forma más liviana, que no significa que sean más simples, ¿vale?
El tema con el Grupo Frontera también deja ver su relación con México, que ha estado muy presente en su carrera; igual que Colombia, todo el tiempo ha tenido una cercanía muy grande con este lado del mundo.
Desde siempre, incluso antes de viajar por primera vez a este lado del mundo, porque en el flamenco, que yo lo viví mucho de chico y era mi escuela, existen los cantes de ida y vuelta. Yo creo haber hablado de esto alguna vez, que eran cantes que tenían mucho que ver con las cosas de acá; de hecho, hay un cante que se llama La colombiana, otro se llama La Guajira, La Vidalita, El mirabrás, La rumba, todo esto viene de aquí y tiene que ver con los flamencos cuando viajaron por primera vez a América y volvieron a España, lo reciclaron de nuevo. O sea, la música va y viene. Entonces, para mí ya había un interés por lo que ocurría acá y luego lo que pasa es que he creado unos vínculos personales; entonces, ya para mí es mi casa también. Me siento muy querido y muy integrado.
¿Cuál es ese mensaje para todas las generaciones de fanáticos que han crecido escuchando a Alejandro Sanz?
Eso es algo muy bello. La música, al final, no tiene límites; traspasa cualquier frontera y cualquier obstáculo. Es ese hilo rojo del que tanto se habla, que une a las personas y que, de algún modo, no importa dónde estén ni las circunstancias por las que esté pasando cada uno, siempre hay una canción que une a las personas a miles de kilómetros y con situaciones muy diferentes. Y eso es magia, o sea, si tú me preguntas a qué me dedico, pues yo debería decir que a sacar conejos de una chistera (risas). Porque la música es así, es algo muy bello, incluso por encima de los otros. Es muy bonito poder trabajar con algo que acerca tanto a la gente; es una bendición.
SOFÍA GÓMEZ G.
CULTURA EL TIEMPO
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