El crecimiento del tercer trimestre del 2024 se ubicó en 2,0 por ciento anual, un dato superior al registrado en el mismo periodo del 2023 (-0,6 por ciento) y similar a la dinámica observada en el segundo trimestre de este año (2,1 por ciento), según reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), lo que implica que la economía siguió repuntando tras pasar un largo periodo de desaceleración pero todavía hay alertas.
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Este resultado estuvo levemente por debajo de las expectativas de los analistas del mercado, que estaban entre 2,1 y 2,5 por ciento. Por ejemplo, el BBVA Research proyectaba un aumento de 2,1 por ciento, el Banco de Bogotá de 2,2 por ciento y el Banco de la República esperaba un 2,4 por ciento.
Si bien la actividad arrancó julio con un crecimiento de 3,5 por ciento anual, en agosto se desaceleró el ritmo de crecimiento a 1,6 por ciento y en septiembre la entidad estadística reportó un alza de 1,2 por ciento, el menor desempeño del tercer trimestre. En total, en lo corrido de año el producto interno bruto (PIB) presenta un aumento de 1,6 por ciento.
“El tercer trimestre del 2024 mostró una caída estacional constante y sectores clave pasaron de crecimientos importantes a moderados. Este desempeño económico sigue siendo débil ante las necesidades sociales y fiscales del país”, manifestó María Claudia Lacouture, presidenta de la Cámara Colombo Americana (AmCham Colombia).
Sectores al alza y a la baja
Diez de las 12 ramas de la economía que analiza el Dane cerraron el trimestre en verde. El mayor crecimiento lo reportó el rubro de las actividades artísticas y de entretenimiento, que presentó un alza de 14,1 por ciento y contribuyó con 0,5 puntos porcentuales a la variación total. En especial, según comentó la directora de la entidad estadística, Piedad Urdinola, este comportamiento se explicó por la tendencia positiva que están teniendo los juegos de suerte y azar en línea.
Le siguió el crecimiento que presentó la agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca, con un aumento de 10,7 por ciento frente al mismo periodo del 2023. Además, este fue el rubro que más contribuyó a la variación total, con 1,1 puntos. Para la ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, la clave fue la diversificación en cultivos de frutas cítricas, arroz y caña de azúcar, entre otros, que son permanentes y transitorios. “Es de destacar que en café y pesca tuvimos precios favorables y cifras positivas en exportaciones. Este desempeño reafirma el potencial del sector para impulsar la economía nacional”, dijo.
Dentro del agro, lo que más aumentó fue el cultivo permanente de café (+33,6 por ciento), seguido de la pesca y acuicultura (+18,2 por ciento), los cultivos agrícolas transitorios y permanentes (+9,5 por ciento) y la ganadería (+5,9 por ciento).
“Estas cifras se dan gracias al incremento de la producción de nuestros cafetales y al precio que ha venido acompañando”, señaló Germán Bahamón, gerente de la Federación Nacional de Cafeteros.
Después, aparece el aumento de las actividades financieras y de seguros, con un alza de 4,4 por ciento en el tercer trimestre del 2024; y de la construcción, que aumentó otro 4,1 por ciento. En este último, mientras que la construcción de carreteras y obras de ingeniería civil creció 16,5 por ciento, las edificaciones residenciales y no residenciales cayeron un 1,7 por ciento.
"Por quinto trimestre consecutivo cae el PIB de edificaciones. Cae la producción residencial (-2,5 por ciento) y la inversión en vivienda (-9,1 por ciento). Los recursos para la vivienda deben priorizarse en el 2025. Con mayores recortes no recuperaremos la producción ni el empleo", alertaron desde el gremio de los constructores Camacol.
También registraron comportamientos positivos las ramas de la administración pública, educación y salud (+2,1 por ciento); las actividades inmobiliarias (+2,0 por ciento); el suministro de electricidad, gas, vapor y aire acondicionado (+1,0 por ciento) y el comercio, transporte y alojamiento de comida (+1,0 por ciento). Dentro de este, mientras que el transporte creció 1,6 por ciento, el comercio y el alojamiento y servicios de comida cayeron 3,4 y 6,2 por ciento, respectivamente.
“Esto es un verdadero desplome, reflejo de la precaria situación de los hogares de estratos medios y bajos que los obliga a apretarse el cinturón”, aseguró Jaime Alberto Cabal, presidente del gremio de los comerciantes Fenalco.
Entre tanto, la rama de la Información y Comunicaciones aumentó un leve 0,80 por ciento y las actividades profesionales y científicas otro 0,50 por ciento.
Al contrario, dos rubros estuvieron en negativo en el tercer trimestre del 2023. La caída más pronunciada fue la de la explotación de minas y canteras, que se desplomó un 7,1 por ciento. En concreto, la extracción de carbón de piedra y lignito decreció un 18,8 por ciento.
“Los precios históricos del carbón han retornado a la normalidad histórica durante el 2024 y eso se ha visto reflejado en unos menores valores FOB de las exportaciones de carbón colombiano hacia el exterior. Mientras que en el 2023 observamos unos precios promedio de carbón térmico por encima de los 150 dólares la tonelada, para este 2024 el promedio está ligeramente superior a los 90 dólares la tonelada”, explicó Carlos Cantes, presidente del gremio Fenalcarbón.
Igualmente, la rama de la industria manufacturera cayó otro 1,3 por ciento. En concreto, el grupo de la coquización y fabricación de productos de la refinación del petróleo, químicos, farmacéuticos y plástico decreció 3,3 por ciento.
Bruce Mac Master, presidente de la Andi, resaltó el crecimiento de 2 por ciento registrado en el tercer trimestre; sin embargo, aseguró que las cifras de la minería y de la industria preocupan. “Es muy importante que el Gobierno adelante con urgencia alguna medida de las que se le han propuesto en términos de apoyo a la industria, ya que este es uno de los pocos sectores capaces de distribuir ingresos entre una buena parte de la población. Por ello, hacemos un llamado para que estas medidas sean tomadas con máxima celeridad”, manifestó.
Expectativas para el cierre de año
En lo que respecta a todo el 2024, Jackeline Piraján, economista principal de Scotiabank Colpatria, proyecta que la economía se expandirá un 1,5 por ciento y que en el 2025 se llegará al 2,9 por ciento, en medio de una menor inflación y tasas de interés.
“No podemos seguir creciendo concentrados en pocos sectores y la idea de la recuperación económica es encontrar un pilar que ojalá se expanda hacia más partes de la economía, que puedan generar ingresos para tener sostenibilidad a mediano plazo”, opinó.
Para Alianza Valores el PIB del 2024 crecería 1,8 por ciento, lo que reflejaría una recuperación frente al dato del 2023 (+0,6 por ciento), pero la economía seguiría aún en una fase de estancamiento, pues su potencial es de 3 por ciento. “Este escenario de crecimiento inferior al potencial proporcionará argumentos adicionales al Banco de la República para continuar con el ciclo de recorte de tasas”, advirtieron.
Gasto público dejó de contribuir al crecimiento
Una de las noticias positivas es que la formación bruta de capital, la cual se asocia a la inversión en bienes y servicios de la economía, siguió recuperándose. Según el Dane, en el tercer trimestre este indicador aumentó un 22,7 por ciento, muy superior al –33,9 por ciento registrado en el mismo periodo del año anterior. Además, este es el mejor dato logrado en el gobierno de Gustavo Petro. En concreto, la formación bruta de capital fijo del tercer trimestre se elevó un 4 por ciento, superior al –12 por ciento del mismo periodo del año anterior.
"La inversión consolidó dos trimestres de aumentos anuales. Esta se favoreció por la mayor adquisición de maquinaria y equipo”, dijeron desde el equipo de Investigaciones de Banco de Bogotá.
Por el lado de la demanda, también se observó que el gasto de consumo final creció un leve 0,7 por ciento. Dentro de este, mientras que el consumo de los hogares creció 1,6 por ciento, el del gobierno general cayó 4,3 por ciento.
Según el presidente de Fenalco, el consumo de los hogares muestra un crecimiento muy débil. “El consumo sigue deprimido, no solo por las secuelas de la alta inflación y de los altos costos del crédito, sino muy especialmente por la falta de confianza de los hogares sobre su situación económica en el corto plazo”, sostuvo.
Y respecto al gasto público, desde el equipo de Investigaciones de Banco de Bogotá aseguraron que este pasó de exhibir un avance anual de 4,8 por ciento en el segundo trimestre a una contracción de 4,3 por ciento en el tercero, consolidándose como el segundo peor registro desde el inicio de la serie en 2005.
“Si se excluye lo observado al cierre de 2022, en la historia reciente no se había observado un declive del consumo público de tal magnitud. Con esto, el gasto del Gobierno pasó de aportar +0,8 puntos al dato del crecimiento del segundo trimestre a restar -0,7 puntos en el tercero. Con un menor aporte del gasto gubernamental, las cifras hacen evidente lo frágil y dispar que ha sido la fase de recuperación económica en 2024”, señalaron.
En concreto, el gasto de los bienes durables aumentó 6,2 por ciento en este periodo, el de los no durables creció 1,8 por ciento, el de servicios 1,3 por ciento y el de los semidurables cayó 1,2 por ciento.
Noelia Cigüenza Riaño
Subeditora de Economía y Negocios