A pesar de tratarse de una de las cadenas más populares en Estados Unidos, 7-Eleven ha anunciado que planea cerrar alrededor de 400 de sus sucursales en todo el país y la razón tiene que ver con cambios de hábitos más saludables entre sus consumidores.
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En una conferencia para dar a conocer los resultados de la compañía, a la que tuvo acceso el medio NPR, su director ejecutivo, dio a conocer que, debido a bajo rendimiento, cerrarán 444 sucursales en Norteamérica, es decir, el 3 por ciento del total de las más de 13.000 tiendas que la cadena tiene en Estados Unidos y Canadá.
Detallaron que se enfrentan a presiones inflacionarias, menor tráfico y una disminución en las ventas. De hecho, registraron un 7.3 por ciento menos ingresos a sus sucursales en agosto pasado. Y es curioso analizar que la razón es que los consumidores en Estados Unidos buscan tener comportamientos más saludables.
Según el informe de 7-Eleven, los consumidores de bajos ingresos tienen un enfoque más prudente hacia el consumo debido a que están enfrentando inflación, altas tasas de interés y lo que calificaron como un clima laboral en deterioro, por lo que ya no gastan tan fácilmente en productos casuales como los que ofrece esta tienda de conveniencia.
Pero no solo eso, también registraron una disminución importante en las ventas de cigarrillos. Detallaron que la venta de esos productos ha disminuido un 26 por ciento de desde 2019, el nivel más bajo en 80 años.
¿Qué planea hacer 7-Eleven para volver a conquistar a sus consumidores en Estados Unidos?
Ante la situación, en las sucursales que permanecerán abiertas, 7-Eleven ya está planeando una nueva estrategia basada principalmente en brindar mayores opciones de alimentos frescos y bebidas especiales que los consumidores estadounidenses cada vez buscan más.
Asimismo, dieron a conocer que planean seguir invirtiendo en sus ubicaciones de mayor demanda para mantener su estrategia de crecimiento a largo plazo.
No obstante cabe decir que la noticia de los cierres se produce en medio de una oferta que ha hecho la empresa canadiense Alimentation Couche-Tard, propietaria de Circle-K, para comprar la empresa matriz de 7-Eleven, Seven & I Holdings, misma que, de concretarse convertiría a Couche-Tard en la empresa de tiendas de conveniencia más grande del mundo.