Horas después de que expirara una exención arancelaria clave en Estados Unidos, el sitio de comercio electrónico chino Temu anunció cambios en su modelo de distribución para el mercado estadounidense.
A partir del viernes, todas las ventas en el país norteamericano serán gestionadas por vendedores con sede local y los pedidos se procesarán desde almacenes en territorio estadounidense, según declaró un portavoz de la empresa en un comunicado citado por 'CNN'.
Esta decisión se produce en respuesta al fin del beneficio aduanero conocido como “exención de minimis”, que permitía la importación libre de impuestos y con trámites reducidos de productos con un valor menor a 800 dólares. Este mecanismo había sido ampliamente aprovechado por plataformas chinas como Temu, Shein y AliExpress para introducir productos de bajo costo en el mercado estadounidense.
La plataforma hizo cambios en su modelo de distribución para el mercado de Estados Unidos. Foto:iStock/Temu/AFP
El gobierno de Donald Trump, según indicó 'CNN', ha impulsado una política arancelaria más estricta con el objetivo de incentivar la fabricación nacional y frenar la dependencia de productos extranjeros, particularmente de origen chino. Ante esta coyuntura, Temu ha optado por trasladar su modelo de distribución, promoviendo alianzas con vendedores estadounidenses y el uso de inventarios almacenados en el país.
No obstante, este ajuste logístico no implica que los productos vendidos por Temu sean fabricados en Estados Unidos. La mayoría de los artículos continúan produciéndose en fábricas chinas y son enviados en grandes volúmenes a centros de distribución en territorio estadounidense. De acuerdo con 'CNN', Temu comenzó a modificar su cadena de suministro desde principios de año, instruyendo a sus proveedores en China a enviar productos en masa a EE. UU., según informó Bloomberg en febrero.
Expertos consultados por 'CNN', como Chris Tang, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles, señalaron que esta estrategia busca reducir los tiempos de entrega, aunque podría enfrentarse a problemas de desabastecimiento si se agotan los productos almacenados. En ese caso, Temu tendría que asumir costos logísticos adicionales, ofrecer sustitutos o aumentar los precios.
Este ajuste no implica que los productos vendidos por Temu sean fabricados en Estados Unidos. Foto:EFE
De hecho, algunos usuarios ya han reportado alzas de precios y falta de disponibilidad. En redes sociales y foros como Reddit, compradores mencionaron que múltiples artículos desaparecieron de sus carritos virtuales o quedaron fuera de stock, y que se aplicaron tarifas adicionales a pedidos que no superaban los 30 dólares si no se trataban de productos “locales”.
Temu mantiene en su sitio web que no hay cargos de importación ni costos adicionales para entregas desde almacenes estadounidenses. Sin embargo, no ha divulgado información sobre los fabricantes de sus productos ni aclarado cómo manejará la reposición de inventarios en el futuro inmediato.
Temu no ha divulgado información sobre los fabricantes de sus productos. Foto:iStock
Impacto comercial y reacción internacional
Los cambios en la política arancelaria estadounidense han generado preocupación en el comercio global, especialmente entre los gigantes del e-commerce chino como Temu, Shein y AliExpress. La Federación de la Industria Ligera de China advirtió que estas medidas “afectan gravemente a la industria global” y “perjudican enormemente los derechos e intereses de los consumidores, incluidos los del pueblo estadounidense”.
En respuesta a las políticas de Trump, China, Japón y Corea del Sur han iniciado conversaciones para fortalecer su cooperación comercial y contrarrestar los efectos de los nuevos gravámenes.
Temu, mientras tanto, continúa adaptando su modelo de negocio en uno de sus mercados clave. Aunque la plataforma busca mantener su competitividad, el aumento de precios y los ajustes logísticos marcan un giro significativo respecto a su estrategia previa basada en envíos internacionales de bajo costo.
*Este contenido fue escrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de conocimiento público divulgado a medios de comunicación. Además, contó con la revisión de la periodista y una editora.
SOFÍA ARIAS MARTÍNEZ
REDACCIÓN ALCANCE DIGITAL
EL TIEMPO