El coliseo El Pueblo, en el sur de Cali, se convirtió en el escenario donde la ministra de Salud, Carolina Corcho, socializó los alcances de la reforma a la salud en el país, proyecto que ha generado debate, desde antes de que el Gobierno lo presente ante el Congreso de la República.
Al recinto llegaron médicos, enfermeras y demás personal de la salud de hospitales públicos, clínicas y otros establecimientos para aclarar dudas sobre su situación laboral.
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El proyecto del Gobierno propone que médicos y enfermeras sean empleados públicos y que un régimen especial regule las instituciones privadas y mixtas.
La ministra Corcho añadió que la atención primaria en salud (APS) es el eje central dentro del sistema sanitario. De esta forma se podría fortalecer el modelo preventivo y predictivo lanzado por el presidente Gustavo Petro en Aracataca, Magdalena, este año.
De acuerdo con Corcho, se busca fortalecer los componentes que en la actualidad muestran desequilibrio a favor de la atención de la enfermedad. Asimismo, actuar de forma específica sobre los determinantes sociales de la salud, garantizar cercanía de la población con centros de atención y convertir los Centros de Atención Primaria (CAP) en la puerta de entrada al sistema de salud, lo que mayoritariamente se hace por los servicios de urgencias.
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Este pilar se encuentra articulado con redes integrales e integradas de servicios donde se incluirán hospitales, clínicas, laboratorios y otros prestadores tanto públicos como privados para garantizar la atención oportuna de toda la población.
Otro de los puntos de la reforma, de acuerdo con Corcho, es la laboralización y dignificación de trabajadores y trabajadoras de la salud: una respuesta a la precarización del Talento Humano en Salud (YHS).
Este componente está contenido en la Ley Estatutaria de Salud 1751 que funciona como guía y mandato para mejorar la calidad de atención de toda la población.
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Mencionó un sistema de información público transparente: en busca de conocer el flujo de los recursos del sistema y poder tomar decisiones de política pública. La idea es compensar uno de los grandes problemas del sistema: la fragilidad en sus sistemas de información y la desarticulación de los mismos.
Lo anterior ha sido barrera para fundamentar la génesis de programas, y la cualificación y cuantificación real de indicadores y desenlaces en salud. Junto a ello, se busca saber de primera mano dónde están y cómo se utilizan todos los recursos públicos desinados a la salud.
También, la superación de la intermediación financiera del sistema: de acuerdo con Corcho, la idea es que el pago a prestadores de servicios tanto públicos como privados sea oportuno.
También que se minimicen deudas, se aclaren las cuentas y se eviten barreras de acceso, cierre de servicios o bloqueos de atención.
Así mismo, la reforma incluiría una política de ciencia, tecnología e innovación, que incluye una política de fortalecimiento del THS, además de una política farmacéutica que favorezca a la autonomía sanitaria del país.
De acuerdo con la ministra Corcho, cada uno de estos puntos estará redactado en un articulado que, insiste, será dado a conocer de manera oportuna.
El congresista Alfredo Mondragón, dijo en su cuenta de Twítter: “$ 1,2 billones de pesos se han perdido por corrupción vinculada a las EPS. Las EPS no solo no curan, sino que además son corruptas”.
La congresista y presidenta de la Comisión Séptima del Senado, Norma Hurtado, considera: "Todas las decisiones que se tomen en torno al sistema de salud, tienen consecuencias jurídicas y presupuestales, y esas son las que el Congreso de la República responsablemente debe analizar”.
CALI