Ya pasó un año de la temprana desaparición del reconocido actor Matthew Perry y muchos de sus amigos y compañeros de trabajo lo recordaron al haber dejado una huella en sus corazones por su carisma, humor y sonrisa.
Conforme a los criterios de
En una reciente entrevista, su familia habló de lo que ha significado que Matthew se haya ido y cómo fueron los últimos momentos que pudieron compartir con el actor.
Suzanne Morrison, madre de Perry, aseguró en la entrevista que como un sextos sentido, sintió que 'había algo inevitable que iba a pasar con él', pero que no pudo advertírselo.
Así mismo, Suzanne, acompañada de sus hijas y hermanas de Perry, Caitlin, Madeline y Emily, en la entrevista para Today, abrió su corazón y manifestó: "Soy una mujer muy afortunada, pero había un problema que no podía superar, no pude ayudarlo", aseguró mientras se le quebraba la voz.
Además, manifestó que en este tiempo ha tenido que aprender a no culparse por esta situación, pero que es algo muy difícil de hacer y de sobrellevar.
A pesar de que Morrison asegura que ninguna cantidad de dinero puede curar a una persona con adicciones, ella junto con amigos y familiares decidieron crear una fundación en Canadá para ayudarle a las personas a superar la adicción a sustancias.
Las hermanas de Perry expresaron: "una persona con adicciones necesita algo más, y eso es lo que estamos tratando de hacer, si no se detiene, vamos a perder muchos millones de personas”.
Por otra parte, Morrison aseguró que días antes del fallecimiento del actor, tuvo algunos encuentros con él que resultaron algo premonitorios, puesto que él le manifestaba que la amaba mucho y que hace mucho no tenían conversaciones profundas.
Después de esto, la madre de Perry se preocupó y sintió que algo podría estar pasando: “Creo que hubo algo. Lo que iba a suceder a su lado era inevitable, y lo sentía con mucha fuerza. Pero él dijo: ‘Ya no tengo miedo’. Y eso me preocupó”. asegura Morrison.
Así mismo, la familia entera ante la pregunta de qué es lo que extrañan de Perry expresaron que todo, puesto que tenían pequeños chistes familiares que siempre hacían.
“Siempre estaba allí y siempre era una sensación de júbilo cuando venía de visita. Estaba de mal humor todo el tiempo, pero siempre era divertido”, agregó Emily.
LUZ ANGELA DOMÍNGUEZ CORAL
Redacción Alcance Digital