En los últimos años, la leche de almendras se ha posicionado como una de las bebidas vegetales preferidas a nivel global, apreciada tanto por su sabor suave como por su perfil nutricional que la cataloga como una alternativa saludable. Sin embargo, surge la pregunta: ¿es realmente tan beneficiosa como se cree?
Conforme a los criterios de
La leche de almendras se distingue por ser naturalmente libre de lactosa y caseína, lo que la convierte en una opción ideal para aquellos con intolerancias a estos componentes de la leche de vaca. Además, es una bebida baja en calorías que aporta nutrientes esenciales como vitamina E, calcio, y vitaminas A y B12, fundamentales para la salud ósea y la función del sistema inmune.
En conversación con 'Vogue', la nutricionista Mariana Pérez Trejo Soltwedel explica que "la leche de almendras es baja en azúcar y carbohidratos, lo que la convierte en una aliada para controlar picos de glucosa en sangre, ideal para personas con diabetes o aquellos que buscan un control en su ingesta de azúcares". Sin embargo, advierte que no todas las leches de almendras en el mercado ofrecen los mismos beneficios.
Según Abigail Hopkins, experta en nutrición culinaria y cofundadora de That Clean Life, “la leche de almendras casera es la más pura, pero solamente dura entre tres y cuatro días en el refrigerador".
En contraste, las versiones comercializadas suelen contener azúcares añadidos y saborizantes artificiales para mejorar el sabor, elementos que podrían comprometer los beneficios de una dieta saludable.
La leche de almendras no es adecuada para todos. Las personas con alergias a los frutos secos deberían evitarla, y no es recomendable para niños menores de un año por no cubrir las necesidades nutricionales específicas para su crecimiento.
Beneficios destacados
La nutricionista enfatiza que, siempre y cuando se elija una versión sin azúcar, la leche de almendras puede ser una excelente adición a una dieta balanceada debido a su bajo contenido calórico y su riqueza en minerales como calcio, vitaminas A, B, B12, E y zinc. Es especialmente útil para personas con intolerancia a la lactosa, alergias a la proteína de la leche, y para quienes buscan controlar niveles de azúcar en la sangre.
Aunque la cantidad adecuada de consumo diario puede variar según las necesidades individuales, generalmente se recomienda no exceder uno o dos vasos diarios de leche de almendras sin azúcar para aprovechar sus beneficios sin caer en excesos.
La leche de almendras, con sus pros y contras, ofrece una alternativa nutricional interesante dentro del amplio espectro de bebidas vegetales disponibles en el mercado, demostrando ser una opción valiosa para muchas personas que buscan alternativas saludables a la leche tradicional.
AGOSTINA OLGUÍN
Portafolio
Más noticias en EL TIEMPO
*Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en la información de Portafolio, y contó con la revisión de la periodista y un editor.