Verónica Vanessa Di Poletti, una niñera latina que reside en Cincinnati, Ohio, compartió en redes sociales sus reflexiones sobre la vida de las familias adineradas para quienes trabaja.
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En un video que supera las 100,000 vistas en TikTok, la joven venezolana describió la realidad de las madres en hogares de lujo, afirmando: “No son felices”.
La otra cara de la 'vida perfecta'
“Trabajo en un vecindario de mamás adineradas”, explicó Verónica, quien encontró empleo cuidando niños en una zona de Cincinatti caracterizada por sus amplias y elegantes residencias.
“El 90 % de las mamás aquí tiene la ‘vida soñada’: dejan a sus hijos en la escuela, se van a pilates, no trabajan y se encuentran en Starbucks con sus amigas”, expresó, basándose en su experiencia y en relatos de otras niñeras. La rutina de estas mujeres, según Verónica, parece envidiable: gimnasio, encuentros sociales y visitas a la peluquería, todo sin la necesidad de asumir mayores obligaciones.
No obstante, Verónica destacó un aspecto menos visible de este estilo de vida “de ensueño”. A pesar de las comodidades, estas mujeres enfrentan un vacío emocional: “Aunque ustedes no lo crean, no son felices”. Según detalló, pasan largas horas solas, ya que sus esposos trabajan y los hijos están en la escuela, dejándolas sin una ocupación significativa durante el día. Este aislamiento, comentó Verónica, contribuye a un sentimiento de insatisfacción y vacío en sus vidas.
Vocación descubierta: el caso de su jefa
En uno de sus videos, Verónica compartió la experiencia de su jefa, quien ha vivido esta misma situación de descontento. “Sentía que tenía sus hijos y que tenía todo lo que necesitaba, pero dentro de ella sentía un vacío”. Sin embargo, con el tiempo, esta mujer encontró una nueva vocación: la enseñanza, lo que le devolvió un propósito a su día a día.
La inspiración surgió durante sus clases de barre, un tipo de ejercicio que combina elementos de ballet y resistencia física. “Ella iba a clases de barre todo el tiempo con sus amigas. Esas clases son bien caras. Ahora, decidió convertirse en instructora”, añadió Verónica, resaltando cómo esta decisión transformó a su jefa.
Un propósito que supera lo económico
La joven también señaló que, aunque su jefa no necesita trabajar por razones financieras, eligió dedicarse a una actividad que le diera un significado a su vida. Verónica mencionó que “probablemente ganara menos” en su rol como instructora que lo que paga por el servicio de niñera, pero desde que comenzó a enseñar, su ánimo ha cambiado.
“La llena tanto que he notado una gran diferencia en ella. Ahora está tan feliz, de buen humor, con ganas de vivir”, observó Verónica. Antes de hallar esta vocación, describió a su jefa como menos animada y sin un propósito claro en su día a día.
Para cerrar, Verónica compartió un mensaje a sus seguidores: “Lo importante es buscar nuestro propósito, es buscar algo que nos llene”, concluyó, reflexionando sobre la importancia de encontrar sentido más allá de las posesiones materiales.
La Nación (Argentina) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación, y contó con la revisión de un periodista y un editor.