En un giro inesperado y sin muchas explicaciones, la jefa de policía Alicia Ford y los tres oficiales que conformaban el departamento de policía de Geary, Oklahoma, en Estados Unidos, anunciaron su renuncia.
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Ford, quien había liderado al equipo policial en este pueblo ubicado a unos 80 kilómetros al noroeste de la ciudad de Oklahoma, publicó un mensaje en redes sociales confirmando que la decisión de ella y sus compañeros fue dolorosa.
"Es con gran tristeza que yo y el resto de los oficiales de policía de Geary ya no serviremos a esta comunidad, pero fue la decisión correcta para mí y los otros oficiales", expresó Ford, sin ofrecer detalles específicos sobre las razones de la renuncia. Además, alentó a los residentes de Geary a involucrarse más en la vida política local y en las actividades del concejo municipal, sugiriendo que asistieran a las reuniones de dicho cuerpo.
La situación de seguridad del pueblo en Geary, el pueblo de Oklahoma, Estados Unidos, donde renunció toda la policía
En respuesta a estas renuncias, la ciudad emitió un comunicado para asegurar a los habitantes de Geary que las operaciones continuarían normalmente, y que los departamentos del sheriff de los condados de Blaine y Canadian colaborarían en las labores de patrullaje, tal como detalló Los Angeles Times.
“Queremos informar a nuestros ciudadanos que estamos funcionando con toda normalidad”, señaló el comunicado. Asimismo, se indicó que se había designado a un jefe de policía interino, aunque sin revelar su identidad oficialmente.
JJ Stitt, quien se identifica como veterano de las fuerzas policiales con 27 años de experiencia y primo lejano del gobernador Kevin Stitt, confirmó al periódico The Oklahoman que fue nombrado como jefe de policía interino. Stitt mencionó que espera añadir oficiales al equipo en los próximos días y afirmó contar con “la capacidad” de convocar a oficiales experimentados para atender las necesidades de Geary. “Llevo mucho tiempo en esto”, declaró.
Este hecho en Geary se asemeja a una situación ocurrida hace poco más de un año en el pueblo de Goodhue, Minnesota, donde el departamento de policía renunció en su totalidad debido a los bajos salarios.