La vejiga, órgano encargado de almacenar la orina, puede desarrollar tumores malignos como cualquier otra parte del cuerpo. Juan Carlos, de 60 años, empezó a experimentar sangrados al orinar y molestias intermitentes durante 2023.
“Empecé con algunos sangrados al orinar, pequeñas molestias que no eran continuas, de hecho, me hicieron estudios y durante un año los síntomas desaparecieron. Cuando regresaron me volvieron a hacer análisis y no se veía un tumor ni nada específico”, relata en entrevista con SuMédico.
En primera instancia, los médicos pensaron que se trataba de una infección urinaria y administraron el tratamiento correspondiente; sin embargo, un año más tarde los síntomas reaparecieron con mayor intensidad.
Juan Carlos junto al oncólogo José Manuel Ruíz. Foto:Vía El Universal. GDA
Evolución de los síntomas y diagnóstico definitivo
Un día Juan Carlos tuvo gran dificultad para orinar y volvió a observar sangre. Tras acudir al urólogo y realizarse nuevos exámenes, se le informó que probablemente requeriría cirugía, pues los hallazgos apuntaban a un cáncer de vejiga.
Cada 5 de mayo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Vejiga; según GLOBOCAN 2022, esta enfermedad ocupa el noveno lugar en incidencia a nivel global, con 614 298 casos.
Factor de riesgo principal: el tabaquismo
El doctor José Manuel Ruíz Morales, oncólogo médico, señala que el cáncer de vejiga es más frecuente en adultos mayores, sobre todo en varones. Por cada dos casos en hombres existe uno en mujeres, aunque algunos estudios refieren una proporción de tres a uno. A nivel mundial, los tumores vesicales en hombres representan el 5,4 % de los nuevos casos de cáncer, ubicándose como el sexto cáncer más común en este grupo según la Organización Mundial de la Salud .
Aunque no se ha aclarado por qué la incidencia es mayor en hombres, sí se reconoce al tabaquismo como factor de riesgo primordial. Al fumar, se inhalan sustancias tóxicas que pasan al torrente sanguíneo y se filtran en los riñones, excretándose en la orina y afectando la vía urinaria hasta la vejiga. “El tabaquismo es la principal causa de esta terrible enfermedad y otras causas que no son tan comunes incluyen el contacto con solventes y pinturas por medio del trabajo en esa industria”, detalla el especialista.
La carga genética también juega un papel relevante. En el caso de Juan Carlos, ambos padres enfrentaron cáncer: su madre falleció a causa de la enfermedad y su padre superó un cáncer de próstata. Juan Carlos, además, fue fumador en algún momento de su vida.
Confundió señales de cáncer de vejiga con infección urinaria. Foto:iStock
Generalmente, la aparición de síntomas indica un estadio avanzado. La principal señal de alerta es la hematuria (sangre en la orina). “Es un síntoma muy alarmante y cuando se presenta en un paciente que además tiene antecedentes de tabaquismo, debemos pensar en un cáncer de vejiga. Algunas veces puede confundirse con piedras y en algunos casos así es, pero si la persona fuma, siempre se debe sospechar de un cáncer primero”, puntualiza el doctor Ruíz.
Caso clínico de Juan Carlos
En Juan Carlos el tumor resultó altamente agresivo: un PET confirmó que estaba en etapa 4, con invasión a ganglios pélvicos y pulmones. “Me daban entre 6 y 7 meses de vida y aunque no tuve miedo a morir porque nos va a pasar a todos algún día, si pensé que a mis 60 años soy muy joven todavía y que me quedan muchas cosas por hacer”, comparte.
El crecimiento rápido del tumor obstruyó sus riñones y vías urinarias; en tres meses la masa ocupó la totalidad de la vejiga, sin causarle dolor salvo el sangrado y la dificultad para orinar.
Juan Carlos permaneció hospitalizado 30 días y fue intervenido en dos ocasiones. Le practicaron una nefrostomía para evacuar la orina desde el riñón, dado que uno de sus riñones dejó de funcionar y el otro opera al 30 % de su capacidad. “Recibí una quimioterapia muy agresiva y los médicos dijeron que ya no podía recibir el tratamiento porque podría morir a causa del daño renal”. No obstante, él decidió continuar: cada sesión de quimio la veía como una “inyección de vida”. Además, ha recibido 30 sesiones de inmunoterapia.
Los estudios recientes indican ausencia de células cancerígenas en su organismo; sin embargo, persiste un cáncer de tiroides que requiere tratamiento continuo.
El diagnóstico de cáncer de vejiga se realiza mediante cistoscopia: una cámara introducida por la uretra permite visualizar tumoraciones vesicales. En menos del 15 % de los casos, el tumor se origina en los uréteres, conductos que comunican riñones y vejiga. Cuando se detecta de forma oportuna, el cáncer suele ser curable con cirugía y tratamientos locales preventivos. En estadios metastásicos, se combina quimioterapia con inmunoterapias u otros fármacos para potenciar la respuesta inmunitaria y eliminar células malignas. “Afortunadamente contamos con un arsenal terapéutico amplio que ha demostrado buenos resultados no solo en pacientes en etapas tempranas, sino cuando son avanzados, dándoles calidad de vida y la oportunidad de extender la misma”, menciona el experto.
Juan Carlos recibió más de 30 sesiones de tratamiento. Foto:Vía El Universal. GDA
Prevención y recomendaciones
Para prevenir este cáncer, el doctor Ruíz enfatiza: “lo más importante para prevenir el cáncer de vejiga es no fumar ya que se trata de un hábito asociado con muchos tipos de cáncer, como pulmón, esófago, riñón, boca, vías urinarias y muchos más”. No existe tamizaje específico para la vejiga, por lo que resulta clave atender con prontitud cualquier alteración urinaria, sobre todo hematuria o dolor al orinar. Asimismo, conviene:
- No retener la orina por períodos prolongados.
- Evitar bebidas con colorantes artificiales.
- No ignorar cambios en la orina, especialmente sangre.
- Consultar al médico ante dolor o ardor al orinar.
- Dejar de fumar lo antes posible.
Juan Carlos considera que la experiencia le otorgó una segunda oportunidad para valorar la vida. “Veo a mucha gente desanimada, sin vivir el momento y el día a día”. A otros pacientes les aconseja optimismo: “La medicina ha avanzado mucho, hay formas de vivir sin dolor y aunque es difícil tener esperanza en estas situaciones, hay que tratar de tener alegría porque si nosotros estamos asustados, nuestra familia lo está aún más. Buscar ayuda psicológica o de un tanatólogo es muy importante”.
Finalmente, recomienda desterrar la idea de que el cáncer es un castigo moral: “Simplemente es una lotería genética y hay que afrontarlo. Se vale estar enojado y triste, pero hay que reponerse porque es cuando nuestro cuerpo más lo necesita”, concluye.
Cómo mantener los riñones saludables: consejos y hábitos para prevenir enfermedades
El Universal (México) / GDA
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de El Universal (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.