El impacto del retorno de Armando Benedetti al seno del gobierno Petro: ¿A qué cargo llega al Ejecutivo?

Después de dos años y medio del gobierno de Gustavo Petro, el excongresista Armando Benedetti aterrizaría en los próximos días en un cargo cercano al Presidente, posición que buscó con vehemencia desde un comienzo, como lo hizo saber de distintas formas, incluidas declaraciones oficiales y extraoficiales.

Benedetti llega al seno del Ejecutivo después de haber sido embajador en Venezuela y la FAO, protagonizar uno de los primeros escándalos de la actual administración –que les costó la salida temporal del Gobierno a él y a Laura Sarabia–, múltiples procesos de índole judicial y hasta señalamientos de violencia de género.

Aunque desde inicios de la semana se empezó a conocer que estaba de nuevo en Colombia, el propio Benedetti confirmó, en entrevista con la revista Semana, que renunciaba al cargo diplomático que ostentaba desde febrero de este año. Según dijo, regresaba a Colombia tanto para rehabilitarse de un consumo problemático de drogas como para asumir un cargo cercano al primer mandatario.

EL TIEMPO habló con distintas fuentes de Casa de Nariño y estableció que ministros no conocían ese retorno y que no se ha ventilado en los consejos de ministros.

¿Alto consejero?

Incluso, uno se atrevió a decir que de lo que se trataría es del propio Benedetti filtrando información para posicionarse. Sin embargo, fuentes cercanas al presidente Petro terminaron confirmando la noticia.

Sin embargo, la primera claridad que se hizo es que su llegada al Ejecutivo de ninguna manera quiere decir que asumirá como ministro.

Se espera que desde enero hasta marzo se den múltiples salidas del gabinete para que no se inhabiliten los que aspiran a la Presidencia. Pero cercanos al mandatario fueron claros en que ninguna sería asumida por el polémico diplomático, que además tiene varias investigaciones abiertas vinculadas a presunta financiación ilegal de la campaña Petro 2022-2026.

Este tendría un papel más de asesor, volcado a la relación con el Legislativo y con miras a las elecciones de 2026.

Además de la polémica que ya ha comenzado a generar, el retorno de Benedetti trae consigo incomodidad en el círculo cercano del primer mandatario.

Por un lado, varios interpretan esta movida como la confirmación de que Laura Sarabia (otrora cercana a Benedetti y hoy muy distanciados) no irá más como directora del Dapre y mano derecha del Presidente.

Al respecto, se ha hablado de un desgaste y hasta de un tenso vínculo con el círculo cercano al mandatario. Incluso, la joven funcionaria ha reconocido que se encuentra cansada y habría pedido salir a un cargo distinto.

¿Sale o se afianza?

Lo concreto es que la suma de Benedetti a la ecuación solo termina acrecentando esa posibilidad ante la mala relación que tienen tras el escándalo de la niñera Marelbys Meza.

Pero hay versiones encontradas frente a este tema. Unos recordaron que ella ya había dicho que si Benedetti llegaba al gabinete, ella salía. Sin embargo, otros manifestaron que buscaría quedarse en el Gobierno “para dar la pelea”.

En el Pacto Histórico también se han dado versiones de que la renuncia de Benedetti a la FAO tendría que ver con la llegada de Laura Sarabia a la Cancillería.

En efecto, se tiene previsto que, a comienzos de 2025, saldría Luis Gilberto Murillo de ese cargo para no inhabilitarse y evitar la papa caliente del tema Maduro tras el 10 de enero. Y su reemplazo sería Sarabia.

En cuanto a Benedetti, estaría buscando no quedar como subalterno de su expupila en el Congreso, a la que en reiteradas ocasiones ha hecho blanco de comentarios ofensivos y machistas.

Golpe al ala de izquierda

Otros consultados en la Casa de Nariño apuntaron a que el regreso de Benedetti es un “misil” en contra del sector radical de la izquierda que venía posicionándose en el Gobierno y que es liderado por Augusto Rodríguez, actual director de la UNP.

Hay fuertes indicios de que estos venían ganándole terreno a Sarabia y estaban cada vez más cerca del primer mandatario. Sin embargo, no tendrían las mejores opiniones del diplomático y ya experimentaron una mala relación con este durante la campaña de 2022 cuando los marginó. Sintieron que el ahora presidente fue alejado de ellos por Benedetti, que para ese momento era uno de los ejes del esfuerzo electoral que llevó a Gustavo Petro al poder.

La lectura es que el primer mandatario estaría reorganizando su equipo para los próximos comicios, con una clara intención de tender puentes con los sectores de centro y de la política tradicional. Ahí jugaría Benedetti un punto esencial como eficiente operador político.

La lectura es que se estará dejando a un lado al ala más a la izquierda del petrismo para una apuesta más audaz y conciliadora. La presencia de Vicky Dávila en la contienda y de otros perfiles con posible músculo electoral ha mostrado que la receta para 2026 sea buscar puntos en común con sectores que no quedan cobijados bajo la candidatura de derecha.

Al respecto, sobre la contienda electoral, Benedetti habló en su entrevista con Semana, tanto de la postulación de Dávila como de la posible alianza con Claudia López o la candidatura de la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, para hacerle contrapeso.

Pero en sectores contrarios al gobierno ya se comenzó a sentir el rechazo al aterrizaje de Benedetti. Y se indaga por los procesos judiciales en su contra.

Analistas también manifestaron que no sería una movida correcta: “Es una decisión equivocada. Son más los ruidos y los problemas los que trae que soluciones”, dijo el profesor y analista Jorge Iván Cuervo. Este expresó que el Gobierno está consolidando cierta armonía adentro y afuera y la llegada de Benedetti va en contravía a ello.

JUAN SEBASTIÁN LOMBO DELGADO Y UNIDAD INVESTIGATIVA