Un abogado y coleccionista de arte terminó involucrado en un caso de tráfico artístico internacional al adquirir sin saberlo una pieza original robada.
Nicola Cassinelli, de 34 años, buscaba una obra única para decorar su hogar en Italia cuando encontró una copia firmada de la icónica fotografía de Winston Churchill, conocida como 'El león rugiente', en el catálogo de Sotheby’s en mayo de 2022.
La fascinación por una obra histórica
La imagen en blanco y negro, capturada en 1941 por el fotógrafo Yousuf Karsh, es una representación emblemática de Churchill durante la Segunda Guerra Mundial. Esta fotografía, que incluso aparece en el billete de cinco libras británico desde 2016, llamó la atención de Cassinelli. “Me impactó inmediatamente su belleza y el simbolismo detrás de la imagen”, expresó al medio 'The Telegraph'. “Es una representación histórica que encarna la fuerza del bien sobre el mal durante la Segunda Guerra Mundial”.
Cassinelli ofreció más de 5.300 dólares para adquirirla en la subasta. Una vez ganada la puja, invirtió otros 2.500 dólares en trámites aduaneros y envío. La obra, que adornaba su apartamento, se convirtió en un tema recurrente en las conversaciones con sus invitados. Lo que ni él ni Sotheby’s sabían era que esta no era una copia, sino la fotografía original robada.
El robo detrás de la fotografía
La obra había sido sustraída del hotel Fairmont Château Laurier, en Ottawa, donde era una atracción turística de gran valor. Firmada por Karsh, la fotografía fue robada entre diciembre de 2021 y enero de 2022, y reemplazada con una falsificación. El robo se descubrió meses después cuando un empleado del hotel notó irregularidades en el marco de la pieza. Para entonces, la obra original había sido traficada a Europa, donde terminó en manos de Cassinelli.
Descubrimiento y decisión de devolverla
Tres meses después de la compra, Sotheby’s contactó a Cassinelli para advertirle que la pieza estaba siendo investigada por robo. “Empecé a buscar información en Internet y me di cuenta de que estaba en medio de un caso de tráfico artístico”, comentó. Aunque adquirió la obra de forma legítima, Cassinelli decidió colaborar con las autoridades. “Confié en una de las casas de subastas más prestigiosas del mundo, pero para entonces nadie sabía que la obra había sido robada”, señaló.
Cassinelli permitió que los Carabineros italianos verificaran la autenticidad de la fotografía, lo que confirmó que se trataba del original. Más tarde, decidió devolverla al hotel en Ottawa en una ceremonia especial. Geneviève Dumas, directora del Fairmont Château Laurier, aseguró que ahora la fotografía está protegida con estrictas medidas de seguridad.
Pérdidas económicas, pero satisfacción moral
Aunque recibió un reembolso parcial de Sotheby’s, Cassinelli asumió algunas pérdidas económicas. Sin embargo, se mostró satisfecho por haber hecho lo correcto. “No colecciono arte para especular. Podría haber buscado una gran compensación, pero esta obra era buscada por una nación entera. Hacer lo correcto era lo más importante”, reflexionó.
Cassinelli no asistió a la ceremonia, pero espera visitar Ottawa en el futuro para admirar la fotografía en su lugar legítimo. Su valor actual ronda los cien mil dólares.
El responsable del robo
La policía canadiense identificó al autor del delito como Jeffrey Iain James Wood, un ciudadano de Ontario, acusado de falsificación, robo y tráfico de arte relacionado con esta icónica fotografía.
La Nación (Argentina) / GDA.
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*Este contenido fue reescrito con la asistencia de una inteligencia artificial, basado en información de La Nación (GDA), y contó con la revisión de la periodista y un editor.