Tras las reuniones de octubre del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario en Washington, los días siguen ajetreados para Carlos Felipe Jaramillo, vicepresidente del BM para América Latina y el Caribe, que pasa a Cali para encabezar la delegación de su institución en la COP-16.
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Como es habitual, las reuniones semestrales de las principales instituciones financieras del planeta son el momento de revisar cómo va el desempeño de todas las economías, y Jaramillo habla aquí de qué están viendo en la región.
Con la pospandemia llegó el brote inflacionario en todo el mundo, pero desde el año pasado se siente un alivio. ¿Cómo ven la evolución en este aspecto desde el Banco Mundial?
Ha evolucionado muy bien. Se disparó y hubo mucha preocupación tal vez por el pasado inflacionario de la región, pero anteriormente no se contaba con bancos centrales independientes fuertes y serios. Prácticamente en toda la región -con un par de excepciones- la inflación ha bajado muy rápidamente y de manera bastante firme. De pronto en algunos de los países no ha llegado todavía exactamente al nivel prepandémico. En unos ha sido mucho más rápido, en otros un poco más lento.
Nos preocupa, sí, lo relacionado con las tasas de interés. Los bancos centrales ya han podido bajarlas poco a poco, pero las tasas de interés internacionales han subido en el entretanto. Y ahora estamos preocupados porque la mayoría de los países adquirieron nuevas deudas en pandemia y pospandemia para sostener las economías y entonces todas están resentidas porque hay estos pagos de un servicio de deuda más alto, que es la combinación de una deuda mayor con unas tasas de interés más altas. Estamos pronosticando, aunque nunca tenemos certidumbre total, que esas tasas deberían empezar a bajar. Han empezado a bajar ya un poco, pero todavía no están en los niveles que las regiones necesitan para sentir un alivio.
¿Cómo Colombia debería enfrentar ese escenario de deuda que se encarece, cuando además el presupuesto que se decretará aumenta el gasto de manera significativa?
No he seguido en detalle ese proceso bastante particular de Colombia. Creo que en Colombia, como en una buena cantidad de los países, además de la independencia y seriedad de los bancos centrales ha habido estos mecanismos de las reglas fiscales que también han generado mucha confianza y certidumbre en que los países van a tener una política fiscal ordenada. En Colombia creo que ha funcionado relativamente bien. Sin conocer el día a día, espero y confío en que se siga respetando esos límites de la Regla Fiscal y que con eso se mantenga la tranquilidad no solo de los colombianos, sino de todos los que invierten en deuda colombiana y quieren invertir en el futuro.
¿Cómo están viendo el crecimiento en la región y en particular en Colombia?
Hombre, lamentablemente muy parecido a lo de hace seis meses y tal vez hace un año. La proyección que tenemos para América Latina es 1,9 por ciento. Es la región con el crecimiento más bajo de todo el planeta. Sí es positivo que haya un crecimiento y que esté cerca del 2 por ciento, pero muestra que nuestras economías no están moviéndose rápidamente para ir alcanzando a los países más ricos, que es algo a lo que muchos aspiramos. No son tasas de crecimiento que te reducen la pobreza rápidamente porque no te generan suficientes empleos; no le generan al gobierno suficientes ingresos para poder tener los programas necesarios que se necesitan para el futuro, sobre todo en capital humano, en nuevas habilidades digitales, fortalecimiento de la educación.
¿Y frente a ese 1,8 por ciento de la región, cómo luce Colombia?
En Colombia, la proyección de crecimiento para este año es de 1,5 por ciento, y un poco mayor para el 2025, alrededor del 3 por ciento. No son tasas de crecimiento a las que uno aspiraría para mejorarle la calidad de vida a la población más rápidamente.
¿Qué hacer ante ese ritmo de crecimiento insuficiente?
Creo que es muy necesario hacer más reformas para aumentar la productividad. Es algo que hemos repetido y repetido en un buen número de estudios, y no es válido exclusivamente para Colombia sino para muchos países de la región. Están en este círculo vicioso de falta de reformas de productividad, y crecimiento relativamente bajo.
¿En concreto en qué consistirían esas reformas relacionadas con productividad?
Depende del país, pero en la mayoría tienen que ver primero con tener un ambiente favorable para que se atraiga nueva inversión tanto de las empresas que existen como de nuevas empresas, y ojalá que aparezcan nuevas empresas en nuevos negocios. Y para que se genere empleo, cuando comparamos a América Latina con el resto del mundo, la carga regulatoria sigue siendo muy alta. Abrir una empresa, generar un empleo es costoso. Las tasas tributarias corporativas en Asia están alrededor de 18-19 por ciento en promedio. En América Latina, cerca al 25 por ciento. Muchos inversionistas prefieren irse a invertir en Asia.
Ahí hay unas oportunidades enormes para que jóvenes bien entrenados, capacitados con ideas, se metan y se genere un polo grande económico y de exportación. Pero para eso necesitas primero infraestructura y que todos tengan buen acceso al tema digital y, segundo, buenas habilidades digitales.
Segundo, capital humano: lamentablemente cuando vienen a invertir en América Latina encuentran que muchos jóvenes tienen muy malos conocimientos básicos en aritmética. Las pruebas de lectura lamentablemente han sido afectadas por la pandemia. Ahora en la mayoría de los países estamos viendo que al 70 u 80 por ciento de los jóvenes les cuesta leer y entender un párrafo sencillo. Se perdió mucho con la pandemia, y eso hay que recuperarlo y es muy difícil tener empleos del futuro buenos de calidad, si estás produciendo con un sistema educativo en el que la educación básica no te está dando los fundamentos para el futuro.
La tercer área, que es muy importante, es el tema digital. Hoy en día se están generando tantas empresas nuevas y tantas oportunidades de negocios de servicios digitales, de empresas digitales. Ahí hay unas oportunidades enormes para que jóvenes bien entrenados, capacitados, con ideas, se metan y se genere un polo grande económico y de exportación. Pero para eso necesitas primero infraestructura y que todos tengan buen acceso al tema digital y, segundo, buenas habilidades digitales.